Veracruz es uno de los estados más ricos del país en términos de recursos naturales; sin embargo, entre la abundancia de esos recursos y el nivel de desarrollo social no existe una relación. La entidad es una de las que registran los más bajos niveles de vida de la población, una de las más pobres del país y una de las más rezagadas.
Antes de concluir 2022, un alto funcionario de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes –Gobierno Federal– apuntaba a un grupo de periodistas veracruzanos que esta es la entidad con el mayor rezago en materia de vías terrestres de comunicación.
Hay inversión en la materia: se han construido carreteras importantes, como la que conecta a Cardel con Poza Rica, parte de la vía que comunica al puerto de Veracruz con Tamaulipas, pero ello no es suficiente, dado el nivel de atraso y la poca inversión en las décadas anteriores.
En marzo pasado, Adriana García, coordinadora de análisis económico de México ¿cómo vamos? difundió en Nexos un interesante trabajo sobre el rezago en los estados del Golfo de México, región que paradójicamente se caracteriza por la abundancia de recursos naturales.
El citado texto indica que existe una “correlación negativa entre la abundancia de recursos naturales… y la calidad de vida de los habitantes”.
Se refiere de forma particular a Campeche, Tabasco y Veracruz, entidades que se ubican en los últimos lugares del Índice de Progreso Social, que mide la calidad de vida de la población.
El estudio aporta datos que llaman a la reflexión: “Campeche ocupa el lugar 26, seguido por Tabasco con el lugar 27 y finalmente Veracruz con el lugar 29 de 32 entidades federativas. En retrospectiva, si la política económica actual tiene sus cimientos en la soberanía energética entendida por la explotación y refinación de hidrocarburos, algo no le cuadra a los ciudadanos”.
En pocas palabras, esa abundancia de recursos no se traduce en bienestar, ni en riqueza, ni en un alto nivel de vida para la población de esta región.
En Campeche está Cantarell, el yacimiento petrolero más importante en la historia del país; y en Tabasco se construye la Refinería de Dos Bocas; en ambos casos se canalizaron recursos sin precedente, pero esas entidades siguen en los últimos lugares del país en términos de bienestar.
En niveles de pobreza, Veracruz sólo está arriba de Guerrero, Oaxaca y Chiapas; es uno de los estados con la población más paupérrima; y a pesar de que su Producto Interno Bruto representa el 4.5 del país (lugar 5) se ubica en la posición 29 en el índice de progreso social.
Peor todavía: en 2022, la economía veracruzana registró un crecimiento promedio de 0.0 por ciento y entre 2017 y 2021, la tasa promedio fue de -0.3 por ciento.
En cuanto a la generación de empleos, si bien es cierto que durante 2021 y 2022 se crearon casi 24 mil empleos formales en la entidad, esa cifra apenas compensa la pérdida de más de 23 mil 500 plazas durante 2020. Por si fuera poco, en 2021, Veracruz fue el octavo estado con los peores números en cuanto a puestos laborales formales.
Cierto, Veracruz es rico en recursos naturales, pero más de la mitad de su población enfrenta condiciones de pobreza laboral; y el 60 por ciento se encuentra en la informalidad.
De no ser por las remesas que llegan de los veracruzanos que se vieron en la necesidad de emigrar al extranjero, los niveles de pobreza estarían aún más altos en la entidad. @luisromero85
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