Las prioridades de Cuitláhuac

Con un gobierno en el que se han registrado 2 mil 265 personas desaparecidas, de acuerdo con el registro oficial de la Comisión Nacional de Búsqueda, el hecho de que colectivos de familiares de personas desaparecidas se planten casi dos días frente a la sede del Poder Ejecutivo y cierren la vialidad en el centro de la capital del Estado para pedir audiencia, debería ser suficientemente importante para modificar la agenda de cualquier gobernador.

En Veracruz no fue así. No fue suficiente para el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, quien optó por esperar un “bomberazo” que apagara el conflicto, mientras continuaba con sus actividades programas con anterioridad.

Incluso evitó poner un pie en su oficina durante el tiempo que duró el plantón de 32 colectivos de familiares de personas desaparecidas frente al Palacio de Gobierno, en un claro comportamiento evasivo de su responsabilidad.

Prefirió cumplir con los eventos que afirmó que ya tenía agendados con anticipación en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, excusándose en una agenda apretada. Actividades que de ninguna manera podrían compararse con la crisis humanitaria que él mismo reconoció al inicio de su gobierno en el tema de los desaparecidos.

De hecho, fueron eventos y actividades que sin su presencia hubieran seguido su curso sin ningún tipo de contratiempos. Para ponerlo en perspectiva, el primero de ellos la inauguración de la Expo Turismo 2023; el segundo, un recorrido de supervisión por la obra de remodelación del estadio Luis “Pirata” Fuente.

Es decir, probablemente de lo menos importante pudieron ser los eventos más importantes, pero no en un momento en el que la capital del estado de Veracruz estaba en la mira y con el reclamo legítimo de los colectivos de familiares desaparecidos activo de tal manera.

Mal si el tema del estadio de fútbol de los extintos Tiburones Rojos de Veracruz pretendió ser utilizado como un distractor, no sería la primera vez, pero en una crisis como la que vivió su gobierno durante dos días, pudo significar un riesgo mayor para su imagen.

Todavía peor si nadie de su equipo se dio cuenta que atender la petición de audiencia en ese mismo momento, hubiera resultado más redituable para su imagen, respaldado con una lista de acciones que él mismo se encargó de difundir en su cuenta de Facebook para atender el tema de los desaparecidos en los últimos cinco años.

Sobre todo, porque si bien la cifra de personas desaparecidas en su gobierno no deja de ser escandalosa, se trata de un problema que se arrastra al menos desde el gobierno del priista Fidel Herrera Beltrán y que se recrudeció en el gobierno de Javier Duarte de Ochoa, hoy sentenciado por delitos de corrupción en el reclusorio Norte de la Ciudad d México.

Para tener una idea, el Registro de Personas No Localizadas y Desaparecidas de la Comisión Nacional de Búsqueda contabiliza que durante el gobierno de Duarte y el bienio del panista Miguel Ángel Yunes Linares, desparecieron 3 mil 639 personas.

Cuitláhuac García recibirá mañana viernes a los representantes de los 32 colectivos de búsqueda de personas desaparecidas y será una oportunidad para atender algo que él mismo se comprometió a hacer al inicio de su gobierno, o un desastre más si asume este compromiso como lo hizo en la última semana. Ya se verá.

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