Es sabido que el llamado empresario de Martínez de la Torre, Arturo Castagné Couturier no actuó solo durante la campaña electoral pasada donde orquestó una serie de guerra sucia contra la candidata de Morena a gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle, la candidata presidencial, Claudia Sheinbaum y por ende al presidente AMLO.
Este domingo durante la inauguración del museo de la Casa Museo Benito Juárez y el Centro Cultural Leyes de Reforma pareciera que le quisieron dar la despedida al mandatario, los conservadores y neoliberales, quienes entremezclados con trabajadores jueces y magistrados del Poder Judicial lanzaron consignas contra el Presidente.
A través de redes sociales circuló un video donde se observa que, desde la multitud, una persona lanza una botella con agua que es esquivada inmediatamente por el mandatario federal.
El panista y esquirol utilizado durante la campaña a gobernador para ir contra Morena, el régimen y, las y los candidatos de ese partido, Castagné ni tardo ni perezoso, con motivo de la agresión a AMLO, publicó en sus redes sociales:
“Jamás volverá a vivir tranquilo, el daño que le causó a nuestro querido México es enorme e incalculable !!!”
Intranquilos deben estar entonces sin embargo, en primer término, el mayor traidor de los traidores, considerado así por quienes no están de acuerdo con la reforma judicial, es decir, el senador panista, Miguel Ángel Yunes Márquez y su padre.
No se debe olvidar que Castagné actuó siempre bajo la consigna de estos panistas que lograron a raíz de la elección pasada ser senador propietario y suplente, consiguiendo con ello el ansiado fuero para evitar enfrentar las órdenes de aprehensión en su contra.
Castagné debería también decir algo contra ellos, y misteriosa y sospechosamente no dirigió una sola línea contra el senador. ¿Por qué razón?
Los Yunes azules son precisamente los traidores que se han ganado el repudio en el Poder Judicial contra quienes se encuentran enardecidos los que están en contra de dicha reforma y quienes llegaron al grado de cometer un atentado contra el Presidente de este país.
Los mal pensados comentaban que por qué no pensar que los Yunes, conociéndolos como son, pudieran haberse fraguado cobrarse la humillación en la que cayeron por sí mismos, luego de haber dado el voto que necesitaba el Senado para pasar la reforma y que mejor que en la visita presidencial.
Aprovechando esa polaridad que ellos mismos provocaron y que tienen a los de aquí más que enojados para direccionarla al mandatario.
Asimismo, el enardecimiento contra el Presidente demuestra que si éste es tal, por qué entonces no lo han dirigido sus consignas plantones y agresiones hacia los mismos senadores. En sus oficinas o en sus casas particulares.
Castagné, el alfil de los Yunes azules, sentencia a López Obrador por la reforma, pero no menciona a sus “patrones” los Yunes.
Todo esto suena muy raro, sin duda.
EL BERRINCHE DE DIEZ FRANCOS. Cuentan que el alcalde de Orizaba, Juan Manuel Diez Francos, no se apareció por el Tianguis Nacional de Pueblos Mágicos celebrado hace unos días en Boca del Río.
Y es que todo hace pensar que el llamado “Emperador” en Pluviosilla sigue haciendo berrinches porque no pudo mantener la sede de este importantísimo foro donde se expone la cultura de los 177 municipios con la denominación especial.
Las versiones señalan que el edil, que por tercera vez gobierna a los orizabeños, exigía a la Secretaría de Turismo estatal la nada despreciable cifra de 35 millones de pesos para realizar el Tianguis en su terruño.
Pero al no conseguir el monto Juan Manuel Diez optó por abrirse totalmente al grado de no aparecerse por el World Trade Center.
No obstante que se trató de un evento nacional, Orizaba es uno de los íconos de los Pueblos Mágicos del país, y el de mayor relevancia en el estado.
Políticamente demostró que pese a sus repeticiones como alcalde y a los años como empresario y gobernante, además de provenir de un partido donde la diplomacia y la política fueron su base, como es el PRI, el alcalde desdeñó la figura de la gobernadora electa, Rocío Nahle, quien le dio especial relevancia a dicho evento en aras de la procuración del turismo.
Y al final se sabe que el Tianguis que rescató el secretario Iván Martínez Olvera costó 20 millones de pesos su organización, es decir 15 millones de pesos menos de lo que pedía el alcalde priista. Como buen empresario, quería hacer negocio, como buen priista, sabe inflar bien los costos.
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