Venta de volovanes decayó durante el Carnaval de Veracruz

Dando las 7 de la mañana, Félix inicia su jornada en las calles de Veracruz, vendiendo el bocadillo estandarte de los jarochos: el volován.

Con motivo de las fiestas carnestolendas, modifica su ruta para instalar su canasta sobre la avenida Simón Bolívar, en aras de aumentar sus ventas.

“Salgo a vender con mi canasta de 80 volovanes, cada uno a 20 pesitos. Les ofrezco de jamón con queso, jaiba, piña, choriqueso y atún. Mi ruta regularmente es en la avenida Xalapa, de 7 a 11 de la mañana y de 11 a 2 de la tarde en Bolívar, sólo que ahorita aprovecho la fiesta para ofrecerlos al turismo también”, contó Félix.

Sin embargo, sus expectativas no se han visto materializadas a pesar de la privilegiada ubicación y la afluencia del público que se dio cita sobre el bulevar Manuel Ávila Camacho para disfrutar del Carnaval.

En este sentido, Félix atribuye al clima caluroso como el factor que impide la venta masiva del volován, ya que la gran mayoría prefiere comprar cualquier tipo de bebida antes que algún alimento.

Esta fue una diferencia que le fue sencilla de identificar, sobre todo por la temporada en la que se llevó a cabo el Carnaval este año.

“Se nota que el Carnaval no fue realizado como es habitual. Por ejemplo, ahorita es julio, un mes caluroso y muy húmedo. En cambio, en febrero, como es lo normal, hay norte y un clima frío pero seco, y es cuando más se antoja un ‘volo’, no que ahorita todos le apuestan más a las bebidas, y es lógico que suceda”, añadió.

Asimismo, Félix no se desanima y piensa seguir acercándose al bulevar para vender el mayor número de volovanes que pueda, teniendo proyectada la visita a la playa, donde los turistas suelen reunirse antes y después de los paseos.

Como vendedor veracruzano, Félix reconoce que la demanda de dicho bocadillo ha decaído considerablemente, pero no el ánimo de mantener estable su venta, por ello busca alternativas en cuanto detecta poca proximidad del público hacia su canasta.

“El chiste es seguir ‘pedaleándole’ y buscar nuevos clientes. Aunque tenga pedidos adelantados, me gusta salir a ofrecer mis volovanes para que más gente los pruebe y conozca, sobre todo el turismo que llega con fiestas como esta, así ‘llueve, truene o relampaguee’”, concluyó.

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