Desde hace varios años y ante la irrupción de la inseguridad, en colonias y fraccionamientos en la ciudad de Veracruz y Boca del Río varios vecinos, hartos de la inseguridad y presas del miedo, hasta que hace 2 décadas tomaron el control y se unieron.
Empezaron como vecinos vigilantes, algunos. Otros llegaron a definirse como autodefensas, pero ya nadie sabe en dónde se encuentran hoy en día.
Algunos grupos de vecinos se desintegraron y ya nadie sabe si aún existen, cuántos sobreviven y en qué condiciones.
Lo cierto es que ni ellos mismos saben cuántos sobreviven como grupos de vecinos vigilantes.
Entre los grupos que aún se asumen como Vecinos Vigilantes se encuentra Ricky David, habitante de la colonia Flores Magón.
Su domicilio se ubica en la calle Alacio Pérez entre Carranza y Primero de Mayo, por la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús.
Platica sobre la decisión del vecindario para conformar el grupo de vecinos vigilantes.
Ricky David es claridoso y contundente: ellos no iban a enfrentar a los delincuentes en una desigual pelea cuerpo a cuerpo, pues estaban conscientes de su desventaja, pero tenían otra forma de disuadir a los amantes de lo ajeno.
Recuerda que hubo una serie de robos en unas 2-3 semanas consecutivas, casi a diario; eso fue como un año a un año y tres meses.
“Los vecinos decidieron organizarse, yo también, y aportamos ideas. Una de esas grandes ideas que funcionó muy bien fue la compra de silbatos; fue un silbato el que le salvó la vida a la dama del Titanic.
“Cuando empezamos a ver y escuchar ruidos por las noches, cualquiera que fuese, por muy leve que fuese, silbábamos y los vecinos encendíamos las luces, haciendo creer que saldríamos a la calle. No nos arriesgábamos a que el ladrón o quien intentara hacer algo incorrecto dentro de nuestra cuadra o área desistiera de ello y así fue”, recuerda Ricky David.
El operativo de los vecinos de la colonia Flores Magón funcionó y ha funcionado por un buen tiempo. Pero había que continuar.
“Hicimos el grupo de whatsapp y en varias ocasiones nos comunicamos y ahí sí, si era algo muy extremo, como que se rompió un cristal o que trataban de robar un auto, nosotros salíamos y convocábamos por medio de whatsapp y hacíamos un grupo de vecinos.
“Entonces esas personas que venían podían ver que no estábamos dispuestos a seguir soportando los robos ni las mañas, que no les tememos aquí.
“La respuesta es muy positiva por parte de las personas que estamos involucradas en estos grupos de whatsapp; muy positiva, la verdad”, resalta.
La incidencia delictiva ha caído pero no bajan la guardia, siempre sin enfrentarlos, sabedores de que el delincuente anda armado, explica Ricky David.
“Es algo leve, como alguien que roba en una casa abandonada, alguien que se mete al OXXO, pero son cosas que salen de nuestro alcance y ahí le corresponde a la autoridad.
“Los silbatos nos salvan de involucrarnos en algo más complicado.
“Gracias a ello hoy puedo decir que el vandalismo aquí en esta colonia ha disminuido”.
Su recomendación es que las personas se apoyen en las redes sociales y nunca se arriesguen ni arriesguen su vida ni la de sus familias.
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