Carnales, su amigo el justiciero se fue de viaje a la lejana República del Fraccionamiento Costa Dorada, en la zona norte de Veracruz, sin imaginar la situación que me iba a encontrar.
Les cuento que mientras recorría las calles de ese fraccionamiento, me tope con unos verdaderos cráteres que ni en la época de los dinosaurios había.
Los habitantes de ese fraccionamiento, me aseguran que no se puede transitar ni en bicicleta; y caminando las lesiones en los tobillos están a la orden del día, y más en temporada de lluvias que no se logran ni ver.
La avenida Campanario, a la altura de la calle Hacienda Las Palomas, es una completa tortura para los automovilistas durante el día y la noche, pues cada día aparecen más baches sin se que haga algo al respecto
Con las lluvias, los vecinos aseguran que la zona se pone peor, ya que el agua tapa los semejantes huecos y no se ven, causando daños en los vehículos que caen dentro de ellos.
Mis carnales de Costa Dorada requieren que la autoridad no se olvide de ellos, pues la calle cada vez se deteriora más y se hace un lodazal de aquellos.
Ahí tírenle paro a mis cuates del Fraccionamiento Costa Dorada, no sean malitos, o mínimo que se vea la intención de hacer algo.
Este fue el chisme de hoy, yo seguiré caminando por las calles como un político en campaña, para dar a conocer sus quejas y demás situaciones que incomodan y no hacen ver cómo una ciudad bella a nuestro Veracruz.
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