Mis hermanos jarochos!!! Cómo les pinta este domingo ya en las puertas de la Semana Santa? Espero que muy bien, porque yo ya estoy listo para zambullirme en alguna playa.
Pero en mis incansable tarea de andariego veo cosas que la verdad, me sacan de onda. Les explico.
Desde hace largo tiempo en la calle Tuero Molina entre Díaz Mirón y Lafragua se observa un tramo de calle de cemento, concreto o como se diga, con severas cuarteaduras que la hacen peligrosa porque cualquier persona, sobre todo adultos mayores y niños, podrían resbalar, darse un buen sentón o tropezar y lastimarse un hueso, por decir lo menos, mis brothers.
Aclaro: no es la banqueta, por donde circulan los peatones, sino la parte conocida como arroyo vehicular, por donde pasan los automóviles.
No sólo está cuarteada la calle, sino que algunos tramos registran hundimientos y tramos con desnivel, con los que podría tropezar cualquier caminante, caer al piso y llevarse un buen golpe en la cabeza, en algún codo, en alguna rodilla y hasta en el coxis o cóccix, que es lo mismo, a causa del sentón.
No hay que tomar esa situación a la ligera, sino con responsabilidad, porque un tropezón aparentemente sin importancia podría cambiar el destino de una persona.
Así que mis cuates jarochos, hay que abrir bien los ojos para no sufrir un accidente doloroso e incapacitante, porque ya vienen las vacaciones y hay que disfrutarlas, no sufrirlas.
Se despide de ustedes su amigo El Justiciero.
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