Para que el drenaje no represente un problema para los ciudadanos en Boca del Río, se debe constantemente atender cuestiones involucradas con dicho servicio, especialmente el mantenimiento preventivo.
Pero en la colonia boqueña Primero de Mayo Norte las cosas se salieron de control desde hace unas semanas por descuidar ese aspecto y las consecuencias van más allá de lo evidente, pues no sólo se ven... sino también huelen y hasta se pueden saborear.
La arteria afectada es la Úrsulo Galván, desde la cual se riegan litros de aguas residuales hacia las calles aledañas a ella, siendo la avenida Ejército Mexicano y Alejandro Molina quienes resultaron salpicadas, literalmente, por la problemática.
Y como en este tramo circulan camiones de pasaje de la ruta Miguel Alemán, taxis y coches particulares todos los días, es más fácil que todo el líquido se distribuya en la cuadra. Debido a ello, y combinado con el solazo de este peculiar invierno, el mal olor perdura por todo el día y esto se termina convirtiendo en un foco de infección que hasta se pueden llevar a casa los conductores.
Ya que toda la "calabaza" se les impregna en las llantas al igual que en la orilla de las banquetas, afectando a docenas de vecinos, entre ellas las personas de la tercera edad y los niños.
"El agua se llegó a estancar frente a la farmacia porque los camiones arrastran todo y también por eso ahora hay más baches en la calle. La bronca es que en los baches se va quedando más agua sucia y es el cuento de nunca acabar.
Es por ello que necesito de manera urgente que la flota del CAB se ponga "trucha" y acuda a la calle Úrsulo Galván para que les eliminen de una buena vez la fuga que, de hecho, sale desde el registro de un local situado sobre la misma arteria. Contamos con ustedes, carnales, ¡ayuden a la flota!
/lmr
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