Qué onda chavos!!! ¿Cómo han estado, mis cuates? Les comento que mi ciudad chida y llena de historia aunque se enojen los envidiosos, padece el olvido de sus habitantes y sus autoridades y por eso en nuestro sufrido centro histórico vemos espectáculos como el que ahora les mostraré.
El otro día venía yo por la calle Serdán entre Gómez Farías y Landero y Cos, apenas a una cuadra del Malecón, cuando me topé con un espectáculo que parecía rememorar la invasión de los vatos de allá por 1914: banquetas en apariencia en buen estado, pero al observarlas queda al descubierto su abandono y descuido.
Ya ni la amuelan: registros del drenaje dizque sanitario, que de sanitario no tiene nada.
Pero lo insalubre es lo de menos. El verdadero problema es el riesgo que se corre al caminar porque la tapa que cubre al registro es más pequeña que el boquete al que debería ocultar.
Y si alguien se para sobre la tapa podría irse para abajo. Y si es lo suficientemente voluminoso como para no irse hasta el fondo de la inmundicia, podría romperse una rodilla o un codo, si no es que hasta la quijada.
Se imaginan, mis cuates? Peligro total por donde se vea, y en pleno centro de la ciudad, atrás de la calle Mario Molina, a la vuelta del Malecón de Veracruz y del Mercado de Artesanías...
Y si alguien lo duda, pues que se dé una vuelta en Serdán entre Gómez Farías y Landero y Cos.
Ahí los dejo, mis brothers. Me voy para quitarme este mal sabor de boca con un mojito o quizá con torito de cacahuate o un torito de guanábana con mucho hielito.
Hasta la próxima!!!
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