Cómo les va, mis jarochos de corazón!!! Espero que ya estén disfrutando de las vacaciones de verano, porque yo, apenas amanece y me salgo a vagabundear en los rincones de mi Veracruz.
Y precisamente en esas andanzas pero en pleno centro de la ciudad me encontré un conjunto de llantas, sí, neumáticos, que cada día utilizan más y más para señalizar desperfectos en las calles.
Pues caminaba por el callejón Nacozari entre Melchor Ocampo y Francisco Canal, que está adoquinado pero esos adoquines son un desastre: disparejos, despegados y sobre todo, son una trampa en la que puede caer un caminante distraído y dejar media dentadura en el piso.
Es cierto que el adoquín puede darle un aire pintoresco a las ciudades, pero un adoquinado bien hecho, bien colocado y con mantenimiento constante.
El adoquinado de ese callejón está abandonado y es un peligro para los adultos mayores, quienes podrían caer y lastimarse severamente, mis brothers.
Pero el colmo, lo que sí me sacó de mis casillas, mis hermanos veracruzanos, es ver que alguien tuvo la genial idea de envolver los adoquines con cinta amarilla que ostenta la leyenda PRECAUCION, según que para evitar un accidente.
Háganme el favor, mis cuates queridos!!!
Eso no evitará una caída y hasta una fractura, mis brothers, hay que evitarlo...
Por favor, que compongan eso antes de que pase algo, pero antes y no después de un posible accidente!!!
Ahí queda la tarea para quien corresponda. Cuídense mis compas, y que nadie salga lastimado...
Se despide su amigo y brother El Justiciero.
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