Ofrecen talleres de bordado y son jarocho en Centro Cultural Atarazanas, en Veracruz

El trabajo artesanal no sólo es una expresión de la cultura a la que pertenecen sus creadores, sino también la posibilidad de generar recursos económicos para nunca dejar de crear, expresó Gabriela Acosta, encargada del Centro Cultural Atarazanas, del Instituto Veracruzano de la Cultura (IVEC).

En referencia a las creaciones de quienes han acudido a talleres como el de Destilado y Bordado Mexicano, entre otros que se ofrecen en ese instituto, dijo que son permanentes, con algunos espacios en períodos vacacionales, y con resultados muy satisfactorios.

Destacó el Taller de Bordado Mexicano, el de Grabado Estampa Jarocha, el de Tejido en Ojo de Perdiz; además del de Son Jarocho, instrumentos de cuerda, así como el de Grabado en Madera (xilografía), entre otros.

“El Taller de Bordado Mexicano, que es un taller que imparte la maestra María Luisa Moya; en junio fue el Taller de Grabado Estampa Jarocha impartido por Alejandro Pérez, que es un reconocido artista de la gráfica en México; el taller de Tejido en Ojo de Perdiz, es uno de los talleres insignia del espacio cultural.

“Todas son piezas realizadas por personas de la región de Veracruz y Boca del Río. Hay buena respuesta a los talleres, sobre todo el de tejido y bordado y el ojo de perdiz.

Algunos tienen costo y otros son gratuitos, como el de ojo de perdiz”, explicó Acosta.

En total son 6 talleres para julio: grabado, xilografía (grabado en madera), entre otros, como el de jarana.

Las personas interesadas pueden inscribirse en las redes sociales del IVEC.

Economía

La encargada del Centro Cultural Atarazanas del IVEC destacó que lo aprendido en esos talleres permiten, en algunos casos, mejorar la economía de las personas.

“Claro, es justo la intención del taller de tejido en ojo de perdiz, es una tradición que estaba como en desuso y se le ha dado difusión. Ha habido un trabajo de las autoridades, muy importante, de empuje para que se valore este tipo de arte y de patrimonio; es muy laborioso, se toman muchas horas de trabajo, de detalles, de ocupar la vista. Hay una valorización por este tipo de técnicas que son tradicionales”, recalcó Gabriela Acosta.