Limón y chayote, precios de frutas y verduras que más bajaron en mercados de Veracruz

Con las lluvias de la temporada han bajado los precios de muchas frutas y verduras en la ciudad de Veracruz, en varios casos en forma significativa, afirmó José Eduardo Ortiz Varela, comerciante en el Mercado Unidad Veracruzana.

Un producto muy demandado y muy vulnerable al vaivén de precios es el limón, pues al escasear se dispara su precio por encima de cualquier otro producto.

En temporada de secas escasea el producto y cuando llegan las lluvias, al principio es una bendición pero si las hay en exceso causan inundación en cultivos y se disparan los precios, explicó.

“El más reciente fue el chayote, que estaba carísimo y ya bajó, pero llegó a costar hasta 130 pesos el kilo, ahorita ya está entre 5 y 6 pesos el kilo; empezó a bajar desde las lluvias, desde que empezó a llover ya comenzó a haber más y a bajar su precio.

“El limón llegó a estar como a 50 pesos el kilo ya tiene mucho tiempo, pero ahorita, por las lluvias hay mucha producción y ahora está a 8 pesos el kilo de limón canario”, explicó Ortiz Varela.

Estos son los precios de frutas y verduras en mercados de Veracruz.

Esa reducción en precios se traduce en más ventas porque hasta hace poco, los clientes compraban por poquitos pues no le alcanzaba para kilos completos, y ahora ya se llevan mayores volúmenes.

“El chile jalapeño llegó a estar hasta 70 pesos el kilo y hasta un poco más, pero ahorita bajó, porque sí estaba caro y ahorita anda en 22 pesos, en 18 pesos.

“Sin agua no hay producción, la que sale la dan muy alta; y con las primeras inundaciones se pierden plantíos y cosechas”, abundó el comerciante.

Resaltó que se estabiliza por fin la compra-venta y avizora mejoría en los siguientes meses.

“Ahorita  todo está bien; y en el  Día de Muertos en noviembre, por las ofrendas que ponen en los altares: la caña de azúcar, las peras. Que vengan las personas a hacer sus compras, y pueden llevar más cosas que en la tienda, hay muy buenos precios”, remarcó Ortiz Varela.

Otros comerciantes que sólo aceptaron conversar de manera informal confiaron en que siga la producción rural, porque si los cultivos están en problemas de traducen en carestía para el consumidor final.