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¡Líbranos Señor! Conoce la leyenda de uno de los callejones en el centro histórico de Veracruz
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Pocas personas saben que el actual Callejón Holtzinger, que comunica a las avenidas paralelas 5 de Mayo y Francisco I. Madero, en el Veracruz antiguo fue conocida como Callejón Líbranos Señor.
El investigador en temas históricos explica que en el pasado lejano, cuando no había tecnología ni iluminación con electricidad y Veracruz era una ciudad amurallada, todos los habitantes se encerraban en casa apenas oscurecía porque era peligroso andar en la calle.
Una noche un joven español llamado Luis Vázquez de Guzmán caminaba por la Avenida de las Damas (hoy 5 de Mayo), cuando vio que más adelante una mujer caminaba adelante en dirección sur a norte, con un aroma que lo atraía mucho.
Él comenzó a seguirla con intención de alcanzarla y entablar conversación con ella, sin lograrlo.
La vio doblar a la izquierda e internarse en el callejón.
Él hizo lo mismo. Entró en el callejón y la vio parada, de espaldas, justo a la mitad. Se detuvo, comenzó a hablarle.
Ella volteó, se levantó el velo y mostró su rostro descarnado, expidió un olor a putrefacción.
El caballero comprendió que ella era la muerte.
Corrió hacia afuera del callejón, se topó con un sereno, vigilante nocturno quien decía la hora mientras deambulaba.
Luis Vázquez de Guzmán apenas pudo decirle al vigilante antes de caer muerto.
Al día siguiente el vicario acudió a bendecir el callejón y colocó un letrero con la frase 'Líbranos Señor' y así se conoció al callejón durante mucho tiempo.
Pero no es la única leyenda.
EL BEBÉ
Ricardo Cañas menciona otra leyenda del mismo callejón.
Una tarde otoñal, quizá de noviembre, cuando ya se registran los vendavales a los que los veracruzanos llaman 'nortes', un matrimonio caminaba sobre la Avenida de las Damas (5 de Mayo) y al doblar y entrar en el Callejón Líbranos Señor vio en el piso a un bebé abandonado.
La mujer se agachó, lo levantó en brazos y lo mostró al hombre para que lo viera hasta donde permitía la luna llena.
Cuando la fémina comenta que el bebé 'ni dientes ha de tener', éste le responde 'mira, sí tengo dientes'.
Dicho esto, la supuesta criatura se esfumó frente a la pareja.
Hay más leyendas en el México colonial cuando era la Nueva España y en el México independiente, señala Cañas Montalvo.
Destaca que al cabo de los años, a mediados del siglo 19, en México independiente, el ayuntamiento de Veracruz puso a ese callejón el nombre de Sebastián Holtzinger, un joven veracruzano de ascendencia alemana, quien trascendió por haber peleado con otros lugareños contra los extranjeros durante la invasión estadounidense en 1847.
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