La política mexicana ha perdido identidad ideológica en los últimos años y está quedando vacía porque ya no tiene todos los elementos que le daban sustento, lamentó Jeremías Zúñiga Mezano, presidente de Comunidades Seguras en el estado.
Afirmó que al paso de los años la política ha sufrido una transformación no virtuosa, ha dejado de ser un espacio de ideales y convicciones, para dar paso a un escenario donde la conveniencia personal predomina sobre el compromiso real.
Por lo tanto, en su mayoría los políticos, más que representar a sus electores, cambian de partido a conveniencia propia y desechan como un estorbo a la identidad ideológica que alguna vez caracterizó a las instituciones, subrayó Zúñiga Mezano.
Hizo hincapié que la rápida movilidad entre los partidos es un claro indicador de esa crisis: ya no se trata de defender valores o propuestas; lo que importa es el interés inmediato, el económico genera un clima de desconfianza.
"Si los políticos cambian de colores como si fueran camaleones ¿cómo podemos confiar en sus promesas?
"La falta de auténtica identidad ideológica transforma a la política en un juego peligroso, donde las decisiones son erráticas y se rigen por la oportunidad, no por la necesidad del país", puntualizó Zúñiga Mezano.
Remarcó que la política debería ser un reflejo de las aspiraciones del pueblo, pero en lugar de ello, muchos optan por una búsqueda egoísta de poder.
Dijo no tener respuesta para lo que se debería esperar de los políticos de hoy.
"La respuesta es incierta: espectáculo, escándalos, ocurrencias.... mientras que algunos podrían adoptar un enfoque pragmático para abordar problemas urgentes como la corrupción o la desigualdad, la falta de ideología sólida es preocupante.
"Sin valores claros que guíen sus acciones, corremos el riesgo de caer en un círculo vicioso de decisiones mal fundamentadas que sólo benefician a unos pocos.
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