El consumo de marihuana y tabaco entre adolescentes en Veracruz no termina, ni el uso de vapeadores por la errónea creencia de que son inofensivos, alertó Diana Loyo Rodríguez, responsable de UNEME CAPA Veracruz.
Explicó que en esa Unidad de Especialidades Médicas y Centro de Atención Primaria en Adicciones se recibe un promedio mensual de 50 a 60 personas con alguna adicción, de las cuales las más comunes son al tabaco, marihuana y cocaína
Resaltó que la principal función del UNEME CAPA es promover la salud y la prevención, para que los jóvenes no tengan el primer contacto a temprana edad y mucho menos, de tabaco ni de drogas.
Reconoció que la realidad supera a la expectativa y en ese centro aún hay visitas de jóvenes con problemas de adicciones.
"En nuestro centro nuestra principal droga de impacto sigue siendo la marihuana, pero en los últimos años la droga de cristal ha aumentado muchísimo.
En el módulo estamos en la prevención del consumo de tabaco y dar el mensaje de lo peligrosos que pueden ser los vapeadores, además que en México ya no está permitida la venta de vapeadores, ya no está permitida, la ley nos dice que ya no está permitido", subrayó Loyo Rodríguez.
La responsable del UNEME CAPA Veracruz dejó en claro que sustituir al cigarro por vapeadores o cigarrillos electrónicos no es buena idea ni beneficia en nada al usuario, de modo que no sirve como alternativa para dejar de fumar.
"Que todos hablen acerca de los riesgos: no porque tenga un aroma bonito o un sabor rico quiere decir que no es peligroso. Sí lo es, sí causa daños en 2 luchas: para disminuir el consumo de tabaco y también para hablar acerca de los daños que ocasionan los vapeadores" puntualizó Loyo Rodríguez.
Recalcó que a nivel nacional las cifras dicen que el consumo de tabaco se ha incrementado en forma significativa, pero sí se debería desmitificar: los vapeadores no sirven para dejar de fumar, y no son inofensivos porque sí ocasionan daño", puntualizó Loyo.
Los daños son respiratorios, cardiovasculares y mutagénicos, alteraciones a nivel reproductivo.
Un factor muy importante para el consumo es la percepción de la disminución del riesgo: se cree que no es peligroso, que no hay riesgo y eso motiva a que un joven tome esa decisión, abundó Loyo.
Hay jóvenes desde los 12 años que consumen cristal, pero la edad más común son los 19 años.
Aclaró que la pandemia del Covid-19 nunca contribuyó a qué disminuyera la problemática de las adicciones.
fp
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