Feo y atípico, pero funcional, así describe el ingeniero Francisco Ávila Camberos al puente vehicular Pino Suárez- Jiménez que comunica al norte de la ciudad con el centro y libra las vías del ferrocarril.
Ese puente se construyó en la administración municipal de José Ramón Gutiérrez de Velasco Hoyos y se puso en marcha en el año 2004, el último de esa administración municipal.
Los comentarios eran en el sentido de que el puente vibraba con el paso del tren; o que su trazo y pendientes eran abruptos, es decir que debió ser más largo para amortiguar la subida y bajada, de modo que el descenso nunca fuera abrupto.
En forma popular se le conoció como ‘puente chueco’ o ‘puente jorobado’ por las uniones con la rampa de subida y la de bajada, lo que generaba un tránsito abrupto que ponía nerviosos a muchos usuarios, por el temor de que al subir se fuera en reversa hacia abajo y provocara un accidente en agravio de quienes iban subiendo.
“Estéticamente hablando es una obra fea; y lo de feo es relativo, lo importante es que por las condiciones y por el diseño que tiene, es totalmente atípico, totalmente inusual; es importante que periódicamente las autoridades le den una revisada para ver que esté en condiciones de funcionar bien, estructuralmente hablando".
“Una cosa es lo feo, que eso ya es aparte, y otra cosa es que la resistencia, el mantenimiento, sea el adecuado, para que no se tenga un susto ahí”, señaló Ávila Camberos.
El ingeniero y exalcalde de Veracruz destacó que pese a lo atípico de esa obra, hasta hoy no se ha escuchado que se haya caído o desplomado.
Sin embargo admitió que sí vio un incidente que pudo ser fatal pero no llegó a ese extremo.
“Me tocó ver en una ocasión una camioneta de carga que se le apagó el motor y se vino de reversa, pero por fortuna la habilidad del chofer evitó el accidente, porque está muy empinada la subida".
“Yo considero que la rampa de subida está muy empinada y carro que se apague o se descomponga ahí puede irse para atrás; ya depende de las condiciones mecánicas del vehículo y de la habilidad del conductor.
Dijo que la bajada está más tranquila y el problema es la subida en un tramo muy corto y con una pendiente muy empinada.
“Supongo que las autoridades correspondientes le van a echar un ojito para que esté en condiciones de que se transite por ahí con seguridad; todas las estructuras que tienen mucho uso periódicamente se tienen que revisar”, recalcó Ávila Camberos.
Sugirió que Protección Civil debería hacer inspecciones con frecuencia para descartar daños y riesgos.
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