Una de las formas para poder combatir los mosquitos que transmiten el dengue es el repelente y la Secretaría de Salud del Estado de Veracruz dio algunos pasos para crear uno de forma natural.
La Secretaría de Salud de Veracruz dio los pasos para que la población pueda preparar su propio repelente contra este insecto el cual no es dañino ni con la persona que lo usa ni con el ambiente.
Indicó que los ingredientes están en la misma casa o son fáciles de conseguir y con ello ahuyentar al mosquito transmisor del dengue, es seguro, efectivo, sencillo de realizar y amigable con el ambiente.
Se necesitan 50 gramos de clavo, lo mismo de citronela o lavanda, igual cantidad de romero, también lo mismo de hoja aguacate, además de las mismas cantidades de canela y neem.
Por otro lado, se necesitan 250 mililitros de alcohol de 96. Posteriormente se ponen a hervir 2 litros de agua, agregas las plantas, mueve y deja hervir durante 15 minutos, deja reposar luego, retira las plantas y agregas el alcohol.
Puedes añadir esencias de romero, clavo, citronela, deja enfriar y tras esto, hay que colar, pasa la mezcla a un recipiente con atomizador y listo.
Es la enfermedad producida por el virus dengue (DENV) perteneciente a la familia Flaviviridae, género Falvivirus, conformado por cuatro serotipos (virus Denv-1, Denv-2, Denv-3 ó Denv-4) y que son transmitidos por la picadura de mosquitos hembras de las especies Ae. aegypti y Ae. albopictus.
El dengue se encuentra en donde se encuentren los 3 factores: el vector, el virus y un huésped susceptible (persona que no se ha enfermado por ese tipo viral). Se distribuye en países de África, Asia, Oceanía y América, en donde se encuentran las condiciones geográficas, demográficas y epidemiológicas propicias.
Se encuentra en 30 de los estados de la República Mexicana (todos a excepción del Distrito Federal y Tlaxcala).
El dengue, al igual que la fiebre chikungunya y zika, se transmite a través de la picadura de los mosquitos hembras pertenecientes a las especies Aedes, particularmente A. aegypti y A. albopictus infectados.
Los síntomas suelen durar 2 a 7 días, y se caracterizan por fiebre, dolor característico en cabeza (detrás de los ojos), malestar generalizado, dolor en articulaciones, dolor en músculos, enrojecimiento en la piel, náusea, vómito y pérdida del apetito, y en casos graves sangrado por nariz o encías, o moretones en la piel.
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