Realizar un recorrido por el Centro Histórico de Veracruz, implica, en algún momento, buscar algo que satisfaga el antojo. Entre tantos platillos, que desde temprano se pueden encontrar en las calles, hay uno que cautiva por su aroma y combinaciones.
A partir de las 18:00 horas, en algunas esquinas verán llegar unos carritos que llevan consigo un pequeño tanque. Todo luce normal, hasta que se abre la tapa de la olla. Es allí cuando se pone a prueba la fuerza culinaria de voluntad, la cual es alegremente vencida por los esquites porteños.
Fotos: Víctor Andrade | IMAGEN DEL GOLFO
El maíz, el queso y el picante, como ingredientes principales, acompañados por crema, mayonesa, limón e incluso cacahuates, conforman la "anatomía" de un buen esquite, un oficio respeto y querido por los veracruzanos.
Uno de los esquiteros porteños, quien pidió reservar su identidad, situado en la esquina que se forma entre la avenida Gutiérrez Zamora y el callejón J. J. Herrera, explicó la nobleza que guarda su labor, más allá del trato peculiar con sus clientes.
"Se dedica tiempo y dinero para sacar la chamba adelante. Sin contar la 'guisada' y el recorrido con el carrito. Ponemos mucho cuidado hasta en la cantidad de epazote que lleva el caldo, porque hay quienes no les gusta mucho y otros que hasta piden la 'ramita' en su vaso.
"Mantenemos frescos todos los productos, desde el queso y los limones, hasta las salsas y los adicionales como los cacahuates y la mantequilla. Todo se prepara con mucho cuidado y responsabilidad. Al final, eso es lo que hace que mucha gente vuelva", señaló el maestro esquitero.
Fotos: Víctor Andrade | IMAGEN DEL GOLFO
Los precios se ponderan de acuerdo al tamaño del vaso, desde 25 hasta 40 pesos, o si el recipiente será alguna sopa instantánea o alguna fritura como las papas fritas y los chicharrones, los cuales rondan entre los 30 pesos.
Carritos como este, suelen cubrir gastos significativos, tales como útiles escolares, despensa, pago de servicios básicos e incluso rentas mensuales de algún domicilio. Por ello, el esfuerzo por mantener satisfecha a la clientela, se ve traducido con el servicio que se brinda.
"El esquite es una tradición, sobre todo aquí en el Centro Histórico. Ha costado mantenerse, pero aquí seguiremos. Antes, hasta se hacía casi una competencia con los 'churreros', porque también vendían bastante, y ahorita ya no hay ninguno.
"A parte, los turistas siempre están buscando algún carrito para 'caerle'. De algún modo, se da 'vida' a las calles, sobre todo en temporada de vacaciones. Aquí estaremos esperando a todos los que se quieran 'dar' un rico esquite y, con gusto, también a quienes gusten probarlo por primera vez", finalizó.
Fotos: Víctor Andrade | IMAGEN DEL GOLFO
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