Elección Judicial priorizó la simpatía del electorado por encima del conocimiento jurídico: analista | VIDEO

Tras concluir la primera elección popular de jueces, magistrados y ministros, se abre un escenario donde la independencia del Poder Judicial queda comprometida ante la presión del voto popular y el poder político. El historiador y analista Juan Miguel Zunzunegui, recordó que la reciente jornada electoral estuvo marcada por una baja participación ciudadana y una campaña de aspirantes al Poder Judicial que recurrieron incluso a redes sociales para captar votos, en lugar de efectuar planteamientos serios.

Criticó que se trató de un proceso que priorizó la simpatía del electorado por encima del conocimiento jurídico y la ética judicial.

"Si algo tendría que distinguir a los jueces en México y en cualquier país en cualquier época de la historia es que los jueces tienen que estar por encima de la opinión popular. Los jueces tienen que tomar decisiones correctas. Tienen que juzgar lo correcto y lo incorrecto, lo justo y lo injusto. Eso no puede depender de la popularidad, eso no puede depender de los partidos y no puede depender de lo que opine la gente".

Cuestionó la legitimidad del proceso ya que se tuvo una participación de apenas 10 por ciento del padrón electoral. El problema no se limita a la forma del proceso, sino a sus implicaciones. La posibilidad de que los jueces respondan a intereses electorales, a presiones de un grupo político, entre otros.

"Yo sí lo declaro abiertamente: fui del 90 por ciento que se quedó cómodamente en su casa y que decidió no participar de la farsa. A ver, yo no entiendo desde que veía las campañas y aspirantes a jueces haciendo TikToks y bailando. Dices: ¿eres un juez? ¿Pretendes ser un magistrado de la Corte? ¿Pretendes ser un ministro? ¿Por qué estás bailando en TikTok?".

La elección de jueces mediante el voto popular representa una ruptura con el modelo republicano que establece que la justicia debe mantenerse autónoma del poder político y de las pasiones sociales. Con la Constitución subordinada a las decisiones del electorado, México entra en una etapa donde el Poder Judicial podría dejar de ser un árbitro imparcial.