“El puerto nos robó el mar”, pescador con 50 años de oficio en Veracruz

Domingo Hernández Zavala celebró la noche previa que este miércoles 30 de agosto se levantaba la veda de pulpo en el mar de Veracruz, pero en unas horas el festejo se convirtió en incertidumbre.

Con lo que planeaba pescar esperaba ganar el dinero suficiente para completarse con los pagos de los servicios de luz y agua en su casa, además de llevar comida a su esposa, pero al llegar al acceso a la Playa Norte, en donde tiene su embarcación, se encontró con un muro que fue levantado durante la madrugada.

En el sitio que se ubica sobre el bulevar Rafael Cuervo, la Administración del Sistema Portuario Nacional de Veracruz (ASIPONA) retiró la caseta de control de acceso y construyó de la noche a la mañana una barda de concreto.

Domingo, con 170 pescadores agremiados en tres cooperativas, se vieron sorprendidos cuando al llegar al sitio se encontraron a elementos de la Secretaría de Marina-Armada de México y varias patrullas custodiando la zona.

Domingo Hernández Zavala, pescador con 50 años en el oficio.

Del otro lado del muro se quedaron embarcaciones, motores y diversas herramientas que utilizan día a día para pescar. Algunos pescadores que acostumbran echar las redes durante la noche anterior para recoger la pesca a la mañana siguiente, no pudieron hacerlo y dieron la producción del día por perdida.

El pescador, con casi medio siglo en el oficio, se lamenta y asegura que los pescadores son los más afectados por las obras de ampliación del puerto, desde que tiene memoria.

“Desde que hicieron la primera escollera fueron desplazando, con engaños, y mire ahora lo que nos hicieron, uno se porta bien, no queremos hacer manifestaciones ni paros y nos salen con esto, nos cerraron aquí y tenemos todas nuestras lanchas allá”.

La pesca cayó

Mientras pasea de un lado a otro frente al muro que se levantó en el acceso a la zona de Playa Norte y Bahía de Vergara, Domingo Hernández hace memoria y recuerda que antes de la ampliación portuaria ser pescador ayudaba a llevar una vida holgada en lo económico.

Hace 25 años salía a capturar pulpo y en una hora lograba juntar entre 20 y 40 kilogramos; además, le daba tiempo para adentrarse a la pesca de especies como el Robalo y el Mero de grandes tamaños.

Con lo que ganaba le alcanzó para levantar su casa y a su familia con tres hijos y su esposa.

Ahora sacar dos o tres kilogramos de pulpo es una alegría, porque es lo que logra capturar en un buen día; en promedio gana entre 300 y 400 pesos por una captura así, a lo que le descuenta los gastos de combustible y material en caso de que sea necesario.

“Hace 20 años pescaba de 20 a 40 kilogramos de pulpo en un ratito, diario, pero ahora la pesca ha caído al grado que si pescamos dos o tres kilos nos va bien en todo el día. Nos mandan ahora a otras áreas, pero son áreas que están saturadas, que son donde trabajan los pescadores de Martí, del Muro de Pescadores”.

El pescador afirma que la ampliación portuaria es la principal caída de la pesca en el puerto de Veracruz y su zona conurbada. En las áreas donde él tiraba sus redes hace 15 años actualmente se encuentra construido el nuevo puerto, que genera una derrama económica importante para el comercio internacional del país, pero que en lo microeconómico le pega a este sector.

“En esta área cerraron como dos o tres hectáreas de arrecife que cerraron y de donde sobrevivíamos nosotros y nos perjudicaron nuestra fuente de trabajo de toda la vida, tengo casi 50 años de ser pescador y con mis papeles en regla”.

Conflicto por el acceso

Luego de que pescadores montaron guardia para esperar una respuesta de la ASIPONA por el cierre del acceso a sus áreas designadas para pescar en Punta Gorda y Playa Norte, líderes de las cooperativas pesqueras llegaron a un acuerdo con el director de la dependencia, Romel Ledezma Abaroa.

Joaquín Sosa Herrera, presidente de la Sociedad Cooperativa Pesquera Triunfo Unido, afirmó que la decisión de la autoridad portuaria tomada durante la noche de martes, fue arbitraria y fuera de lugar, debido a que los pescadores buscan siempre tener dialogo con la comunidad portuaria.

Aunque no se consiguió que el acceso fuera abierto nuevamente, indicó que se llegó a un acuerdo para utilizar otros accesos y la designación de un nuevo embarcadero. Domingo Hernández no puede ocultar su descontento y resignación, ya que de nuevo será desplazado de la zona donde pescaba.