A dos décadas de que el entonces presidente de México, Vicente Fox Quesada, expidió el Decreto por el que se declara una Zona de Monumentos Históricos en la ciudad y puerto de Veracruz, diversos sectores cuestionan la utilidad del decreto y si realmente ha contribuido a su conservación y al desarrollo de esa área de la ciudad.
Vicente Fox lo firmó el 23 de febrero de 2004 y fue rubricado por Josefina Vázquez Mota como secretaria de Desarrollo Social y por Reyes Tamez Guerra como secretario de Educación Pública.
Abarca 170 manzanas y edificios de valor histórico construidos en el siglo 17, algunos de uso religioso.
A 20 años del decreto, el avance es mínimo, opinó el expresidente municipal de Veracruz, Francisco Ávila Camberos.
Opinó que el movimiento inquilinario liderado en el siglo pasado por Herón Proal en oposición al incremento de las rentas fue la puntilla del problema, pues durante la Segunda Guerra Mundial el presidente Manuel Ávila Camacho decretó el congelamiento de rentas, y los propietarios las dejaron perder con todo y los inquilinos adentro.
Muchas de ellas estaban dentro del perímetro que hoy abarca la zona decretada como de Monumentos Históricos (Centro Histórico).
El exalcalde mencionó que conoció personas que vivían en casas rentadas, quienes pagaban alquileres por un monto equivalente a 70 centavos de cuando él gobernaba el municipio de Veracruz, y los propietarios ya estaban muertos o dejaron perder sus inmuebles ante la imposibilidad de enredarse en juicios condenados a la derrota.
Aunado a eso, la construcción de plazas comerciales fuera del primer cuadro de la ciudad terminó por hundir aún más al casco antiguo de Veracruz.
A ello se sumaron factores como la falta de espacios para estacionamiento y aunque los parquímetros atenuaron ligeramente la vialidad en el Veracruz antiguo, la fluidez vehicular sigue pendiente y cada vez más empresas han cambiado de domicilio y escapado de las calles saturadas del Veracruz antiguo.
En su opinión, para reactivar el primer cuadro de la ciudad de Veracruz se requiere una acción concertada entre las autoridades de los 3 niveles de gobierno, con los propietarios, con ánimo de rescatar el centro histórico.
El exalcalde de Veracruz recuerda la fórmula que propuso cuando fue coordinador de Puertos y Marina Mercante del gobierno federal: permitir que empresas como las portuarias, entre otras, puedan convenir con los arrendadores y les dijera ‘te lo arreglo, no pago renta durante 20 años o pago media renta durante 20 años y al terminar el plazo te entrego el edificio arreglado o te pago la renta completa’. Hay que buscar un esquema novedoso porque si no, estamos en un callejón.
“Una solución integral sería techar las vías del ferrocarril y hacer un gran estacionamiento para que la gente se estacione ahí y luego camine en el centro histórico o haya un tranvía o algo atractivo para llevar a la gente que esté dando vueltas para acercarla a su centro de trabajo o al negocio donde va a comprar”, resalta Ávila Camberos.
Dejó en claro que sería una solución integral, pero se requiere dinero, voluntad política, la ayuda del Instituto Nacional de Antropología e Historia para facilitar las cosas y hacer el rescate del centro histórico.
El exalcalde de Veracruz subrayó que se requiere voluntad política y un organismo, quizá una especie de consejo relacionado con la rehabilitación del centro histórico.
“Pero no un consejo que sólo se reúne para discutir e ir al café a hacer declaraciones, sino alguien que tuviera la capacidad para influir en el cambio de algunas leyes para facilitar las cosas, y en conseguir financiamiento.
“No nada más es remodelar un edificio y rescatarlo; es darle mantenimiento para que en uno, dos o tres años, no vuelva a caer”.
Dijo que no es malo retomar lo positivo que hacen otros y adaptarlo a la realidad local.
Como exalcalde de Veracruz, Francisco Ávila Camberos fue enfático en que un gobierno, sea del nivel que sea, no puede destinar recursos públicos a obras en propiedades particulares o privadas pues sería un desvío, es decir una irregularidad.
De ahí su propuesta de que empresas particulares puedan hacer convenios directamente con los dueños de inmuebles catalogados como monumentos históricos, con apego a lo establecido en el Decreto de Centro Histórico.
Salvo excepciones, muchos edificios dentro del perímetro protegido como Centro Histórico o Zona de Monumentos se deterioran más cada día y pierden pedazos del techo, balcones.
Hay casos muy visibles, como el de la antigua Tabacalera frente al Parque Ciriaco Vázquez o el antiguo Convento de la Compañía de Jesús (Jesuitas).
En varios edificios antiguos es común ver la pérdida paulatina de techados, y en últimos años, que menesterosos se introduzcan para pernoctar ahí, y aunque los propietarios coloquen objetos para impedirlo, los menesterosos vuelven a introducirse.
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