Desaparición de seis colombianas exhibe red de trata internacional con sede en Veracruz

La desaparición de seis jóvenes colombianas en Veracruz, liberadas después de una semana, es la punta del iceberg de una red internacional de trata de personas que opera desde la ciudad de Boca del Río; sin embargo, hasta el momento no existe ninguna persona detenida por el caso.

Familiares de las víctimas apuntan a un personaje en común como probable responsable de la privación de la libertad de las 6 jóvenes y quien habría solicitado mil dólares a cambio de la liberación de las mujeres.

Se trata de Yessica Anahí R. M., alias “Llith”, a quien también señalan de recibir a las jóvenes el 19 de septiembre en Veracruz, en donde prestarían de manera forzada servicios de acompañantes para diversos eventos privados.

La mujer presuntamente forma parte de una red que enganchó a las jóvenes en Colombia, con la promesa de trabajar como modelos en México.

Derlis Dayana Paneso Taborda, Yarlin Giraldo Soto, Michell Daniela Morales Quiroga, Marianyeli Michell Chacon Álvarez, Sofía Velázquez Giraldo y Layma Argenis Parra Cerquera, todas jóvenes de entre 21 y 25 años, viajaron con la meta de acceder a un mejor salario y apoyar a sus familias, dos de ellas a sus hijos.

Al llegar a este país, las personas que las recibieron les retiraron sus pasaportes, con el argumento de que tenían que trabajar para pagar el costo de traslado y estancia, antes de poder recuperar sus documentos.

“Lilith”, de quien se desconoce si existe una investigación en su contra, fue descrita por las jóvenes como la persona encargada de su estancia, ella controlaba sus salidas a la calle y los tratos con los clientes que solicitaban en servicio, incluso los horarios con el celular.

Jóvenes colombianas liberadas.

Días antes de la desaparición –ocurrida el 24 de septiembre-, las jóvenes advirtieron a sus familiares que se sentían en riesgo.

Para enviar indicios de la persona que las mantenía bajo amenazas, les compartieron por mensaje una fotografía de Yessica Anahí R.M., quien para mostrar poder sobre ellas se presentaba como funcionaria del gobierno.

Dicha credencial la identifica como personal de servicio social dentro del Centro Integral de Justicia para Mujeres que depende de la Secretaría de Gobierno.

Sin embargo, en el directorio de la dependencia estatal no existen datos que confirmen que alguna vez prestó servicios en dicha oficina.

Al respecto, el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, confirmó que la mujer había prestado servicio social en la dependencia, pero no había sido trabajadora ni ocupado algún cargo de manera formal.

Luego de que las familias dejaron de tener comunicación con ellas, “Lilith” mantuvo comunicación con las familias para informarles que debían pagar mil dólares si querían ver a sus hijas.

Fiscalía presumió operativo

La Fiscalía General del Estado (FGE) difundió que la liberación de las jóvenes fue el resultado de un operativo conjunto entre la Unidad Especializada de Combate al Secuestro (UECS) y la Policía Ministerial en la zona del fraccionamiento de Las Vegas.

Pero los hechos apuntan a que las mujeres fueron liberadas de sus captores en la vía pública y por su propia cuenta se movieron del lugar para buscar la casa en donde se encontraban antes de ser privadas de la libertad, en una colonia ubicada a más de 10 kilómetros de donde fueron resguardadas por elementos de la FGE.

Alrededor del mediodía del 1 de octubre, al 911 se recibió una llamada que alertaba sobre hombres armados en la carretera Veracruz – El Tejar, en la zona del fraccionamiento Las Vegas. Asimismo, se informó que al menos una camioneta ingresó a la colonia María C. Rojas y abandonó a un grupo de mujeres en una de las últimas calles del lugar.

Se inició un operativo en el que participaron diversas corporaciones estatales y federales, así como personal de la UECS y de la Policía Ministerial de la FGE. Se realizaron entrevistas con vecinos y por momentos se solicitó el alto a algunos conductores.

Los vecinos confirmaron que un grupo de seis mujeres con acento colombiano solicitaron ayuda para ubicarse y llegar a la zona de Vía Muerta, en donde presuntamente buscaban llegar a un domicilio en el que se encontraban hospedadas.

Minutos más tarde, elementos ministeriales las localizaron caminando en la calle Lázaro Cárdenas, a una cuadra de dicha avenida, al entrevistarlas confirmaron sus identidades y las trasladaron a las instalaciones de la fiscalía para su resguardo.

A pesar de que no hubo mayor intervención de las autoridades que los patrullajes, la FGE difundió que la liberación de las jóvenes fue producto de un operativo

Coincidentemente, la liberación de las jóvenes ocurrió luego de una reunión que sostuvo el presidente de Colombia Gustavo Petro con la presidenta Claudia Sheinbaum, un día antes de que tomara protesta.

El vicepresidente de Relaciones Exteriores de Colombia, Jorge Rojas, informó este miércoles 2 de octubre, que las jóvenes ya se encontraban resguardadas en la embajada colombiana en México y en comunicación con sus familiares.

El diplomático confirmó que fueron víctimas de una red de trata de personas y alertó a sus connacionales a evitar caer en la red de tráfico de personas con la promesa de un empleo fuera de su país.

Lilith las enganchó con promesa de empleo

Carmen Álvarez, madre de Marianyeli Michell Chacón Álvarez, joven de 21 años víctimas de trata y secuestro, relató que su hija le contó cómo otras amigas colombianas tenían un buen empleo en México y había oportunidad para que ella pudiera viajar para trabajar en una empresa.

El enlace para conseguir el trabajo era “Lilith”, con quien ya había tenido comunicación y les había mostrado su identificación INE, además de afirmar que era empleada del gobierno, como garantía para que no desconfiaran de ella.

Yarlin, también de 21 años, también recibió la oferta de Lilith, sin embargo, ella confió a su familia que el empleo era como dama de compañía. La mujer ofrecía cubrir el traslado y la estancia a cambio del pago de 90 mil pesos que iría cubriendo parcialmente, en tanto le sería retirado el pasaporte.

La joven aceptó el trabajo motivada por la enfermedad de su hijo y la falta de dinero para cubrir el tratamiento de su hijo, compartió Jaider Giraldo, hermano de Yarlin.

Otra de las jóvenes es Derlys Dayana, quien según su familia ya había viajado a México para trabajar como mesera, con lo que pagaba la manutención de su hijo, sin embargo, en esta ocasión fue privada de la libertad.

Mismo modus operandi

Lo ocurrido con las 6 mujeres en Veracruz, cuenta con características similares al modus operandi detectado en Villahermosa en enero pasado con la privación de la libertad de 8 jóvenes de la misma nacionalidad y que –según autoridades- tuvo la participación de miembros del Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).

En este caso, fuentes ministeriales confirmaron a periodistas que existía una red entre dicha agrupación delictiva y una banda colombiana, dedicada a enganchar a jóvenes desde el país caribeño para obligarlas a trabajar en México.

El líder de la red fue identificado como Saulo David Sánchez Zetina, alias “El Jaguar”, originario de Villahermosa.

El modus operandi se describió de la siguiente manera: convencer a las mujeres de venir a México, cuando llegaban les atribuían una deuda de 120 mil pesos, que debían pagar con trabajo en eventos especiales hasta cubrirla en su totalidad. Como lo ocurrido en Veracruz, la red de trata les quita el pasaporte, imposibilitándolas para poder regresar a su país de origen y tampoco pueden salir sin supervisión.

Aunque en dicho caso hubo señalamientos de familiares y de otras mujeres colombianas que presuntamente se habían librado de la red, las jóvenes fueron liberadas tres días después y declararon a las autoridades que se habían ausentado por decisión propia. El caso fue cerrado.