Desde el pasado 24 de septiembre se dio a conocer la desaparición de seis mujeres colombianas que estaban privadas de su libertad en el puerto de Veracruz, esto tras haber sido víctimas de una red de trata que las había contratado como modelos, pero era para otro fin, aseguraron autoridades del consulado de Colombia.
Tras interponer una denuncia sus familiares en Colombia, las autoridades de ese país se comunicaron en México con personal de la Fiscalía, quienes activaron la búsqueda de estas seis mujeres, logrando localizarlas el pasado martes 01 de octubre.
Sin embargo, el cónsul general de Colombia en México, Andrés Hernández indicó que las mujeres fueron engañadas por una red de trata de personas en Veracruz, aunque ya no se encuentran bajo el control de los traficantes, las amenazas contra ellas y sus familias persisten.
Las seis mujeres colombianas, cuyas edades van desde los 20 y 25 años, fueron atraídas con la promesa de trabajar en una agencia de modelaje, lo que aparentaba ser una excelente oportunidad para mujeres originarias de Medellín, Pereira, Bogotá y Cúcuta. Sin embargo, se convirtió en una trampa de una red criminal dedicada a la explotación sexual, dirigida por una mujer desde Xalapa, Veracruz, misma que ya se encuentra imputada por la Fiscalía de Veracruz.
Fueron autoridades mexicanas, quienes, en coordinación con Interpol, lograron rescatarlas en Boca del Río, Veracruz, sin embargo, de acuerdo con el consulado de Colombia en México, las jóvenes han reportado que han sido objeto de amenazas por parte de los criminales, quienes les advierten sobre graves represalias si intentan regresar a Colombia o denunciar a la organización.
Por su parte, el cónsul Andrés Hernández ha informado que, aunque las jóvenes están físicamente bien, el peligro continúa, ya que las amenazas ponen en riesgo su seguridad y la de sus familias.
Este caso de las seis mujeres colombianas ha puesto en evidencia una red de explotación que no solo afecta a mujeres extranjeras, sino que también podría estar relacionada con la trata de mujeres locales.
Las pistas del caso de las colombianas indican que la organización tiene una base operativa en Xalapa, donde una reclutadora se encarga de viajar a diferentes países, lo que genera temor de que la red tenga un alcance aún mayor dentro del estado y la región.
La Fiscalía General del Estado, a través de la Fiscalía Especializada en Investigación de Delitos de Violencia Contra la Familia, Mujeres, Niñas y Niños y de Trata de Personas realizó imputación en contra de Yésica Anahí “N”, como probable responsable del delito de trata de personas, con fines de explotación sexual el cual se encuentra previsto y sancionado por el numeral 10 Fracción III en relación con los artículos 13 fracción IV, todos de la Ley General para Prevenir Sancionar y Erradicar los Delitos en Materia de Trata de Personas y para la Protección y Asistencia a las Víctimas de estos Delitos en agravio de mujeres de nacionalidad colombiana, cuyas identidades están resguardadas.
Las víctimas detallan de manera correlacionada, que fueron contactadas por la imputada en diferentes lugares y fechas, siendo transportadas a varios sitios, en particular a un inmueble ubicado en la ciudad de Boca del Río, Veracruz.
En este lugar, las víctimas fueron recibidas y alojadas por la investigada con fines de explotación sexual, ya que ella las publicitaba para ofrecer servicios sexuales y de acompañamiento a hombres que las contactaban.
Por estos servicios, la imputada se beneficiaba económicamente, ya que las víctimas le entregaban diversas cantidades de dinero, de las cuales ella se quedaba con la mayor parte de la ganancia.
El juez dictó como medida cautelar prisión preventiva justificada por el término de dos años, dentro del proceso penal 1188/2024.
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