Al menos una treintena de perros asustados por la pirotecnia decembrina halló la paz en el albergue canino La Roca, pero muchos canes no tuvieron esa suerte, informó Alfonso Cruz Hernández, voluntario de ese refugio.
“Del año pasado a éste ha subido más o menos un 20 por ciento el rescate; sí vimos muchos animalitos que salieron despavoridos y otros que terminaron atropellados, que son callejeros.
“Se rescató a principios de año entre 30 a 35. La gente sí habla para ver si son de casa o de la calle, a lo mejor 5 sí fueron mascotas, 10 máximo”, señaló Cruz Hernández.
Además de los animales detectados en su huida por el ruido que producen los artefactos de pólvora, varios perdieron la vida pero al no saber su origen, no se les pudo entregar a sus dueños.
Mencionó que en ocasiones la titular del albergue, Norma Cortina, recoge a los perros ya muertos y los sepulta en el refugio, porque hay mucho espacio disponible, pero no han sido muchos, pero los sepulta y los reporta.
“Hemos visto que sí subió un poco el atropellamiento de perros, y se ha rescatado a camadas enteras que han dado a luz y se han recogido como 4 a 5 perras con sus cachorros que están ahí en el refugio, a consecuencia de los cohetazos”, añadió el voluntario de La Roca.
En el albergue tienen entre 350 a 400 perros, y acaban de llegar 4 a 5 perras, con 5 a 8 cachorros cada una.
Alfonso Cruz lamentó que aún haya quienes se divierten tronando cohetes, palomas y otros artefactos de pólvora, sobre todo en la Navidad y Año Nuevo, porque ese ruido altera a los perros y también a muchos humanos.
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