En diciembre del año 2011 la Asamblea General de Naciones Unidas declaró que el 11 de octubre sería reconocido como el Día Internacional de la Niña, a fin de hacer visibles los problemas a los que se tienen que enfrentar, y, sobre todo, los derechos que tienen.
En el marco del Día de la Niña, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos en México, emitió un llamado a la sociedad en general para analizar cómo se puede preparar a las jóvenes para enfrentarse y tener éxito en el mundo laboral.
Destacaron que esto cobra mayor relevancia, ya que se estima que mil millones de jóvenes, 600 de los cuales son niñas adolescentes, entrarán en el mercado laboral en la próxima década.
En ese panorama, más del 90 por ciento de los que viven en países en desarrollo trabajarán en el sector no estructurado, con sueldos bajos o sin cobrar, donde el abuso y la explotación laboral son muy comunes.
Ante esto, el Día Internacional de la Niña, es la oportunidad para trabajar orientados en que todas las niñas tengan más oportunidades de aprendizaje, para trazar nuevos caminos para ellas y hacer un llamamiento a la comunidad mundial para pensar cómo se puede dar dicha preparación para las futuras mujeres.
La CNDH aseguró que, en los últimos 15 años, a nivel internacional se han alcanzado progresos significativos para mejorar la vida en la primera infancia, pues hoy, una niña tiene más probabilidades de entrar en la primaria, recibir las vacunas necesarias y ser menos propensas a sufrir problemas de salud.
Pese a esto, hay objetivos a alcanzar, por lo que la Organización de las Naciones Unidas, tiene la visión de que las niñas sean el centro de los esfuerzos del desarrollo sostenible, llevando a cabo iniciativas claves para el presente y el futuro.
Para lograrlo, conducidos con el tema, “El poder de las adolescentes”, las agencias de la ONU, los Estados Miembros, las organizaciones civiles, el sector privado y otros interlocutores sociales intervengan para que una niña tenga educación de calidad, formación, capacitación, acceso a la tecnología y otras iniciativas educativas.
También que cualquier niña tenga salud y una nutrición adecuada durante los años de adolescencia, incluyendo la educación sobre la pubertad, la higiene menstrual, la salud reproductiva y sexual y la disposición de esos servicios.
Promover que ninguna niña acepte recibir violencia física, mental o sexual bajo ningún concepto. Habilitar mecanismos sociales, económicos y políticos para combatir el matrimonio infantil y la mutilación genital.
Invertir en la creación y mantenimiento de espacios púbicos para el débete cívico y político, la creatividad y la mejora del talento.
Promover legislaciones y políticas de género en todas las áreas, especialmente para las adolescentes discapacitadas, vulnerables, marginadas, victimas de trafico y trata. La CNDH dijo que, si todos los sectores intervienen, cualquier niña podrá tener mejores condiciones, de ahí que se invite a la reflexión este 11 de octubre.
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