Entre los entusiastas del te ha surgido una nueva tendencia que no hay dejado indiferente nadie: beber té con sal. Pese a que la idea pueda resultar repelente a primera vista dada la extraña mezcla de sabores, el resultado podría sorprender.
En Estados Unidos, un reciente estudio encontró que dicha práctica poco ortodoxa podría suponer una serie de beneficios para los consumidores del té. Estos serían algunos de ellos:
- Contiene antioxidantes: Los antioxidantes presentes en el té ayudan a prevenir la degeneración celular y contribuyen a la prevención de la diabetes.
- Calmante: Las infusiones con hierbas como la valeriana y la manzanilla son reconocidas por su capacidad para relajar el sistema nervioso, proporcionando alivio en momentos de ansiedad y depresión.
- Digestión facilitada: Las propiedades digestivas del té, especialmente en variantes como manzanilla o jengibre, hacen que sea una opción efectiva para digerir alimentos con mayor facilidad, aliviando la pesadez.
- Salud cardiovascular: El té negro, en particular, se destaca por reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares cuando se consume regularmente.
- Sueño reparador: Gracias a sus propiedades relajantes, el té facilita un sueño reparador, abordando problemas de insomnio y permitiendo una recuperación adecuada de energías.
Por tal motivo, si tienes curiosidad por dicha práctica ¡anímate! Este experimento podría suponer un gran beneficio para tu salud y un nuevo capítulo en la exploración culinaria personal.