Tras terremoto en Myanmar ciudadanos se enfrentan a la escasez de productos y servicios básicos

Ante los efectos del terremoto en Myanmar cientos de personas no tienen refugio

Un devastador terremoto de magnitud 7.7 sacudió Myanmar el 28 de marzo de 2025

Un devastador terremoto de magnitud 7.7 sacudió Myanmar el 28 de marzo de 2025, causando una crisis humanitaria de gran magnitud. Hasta el 1 de abril, se han reportado más de 2,700 fallecidos y aproximadamente 4,500 heridos.

Además, alrededor de 441 personas continúan desaparecidas. Tras cuatro días de los sismos que sacudieron Myanmar, los esfuerzos de rescate y búsqueda siguen en marcha, donde incrementan las secuelas de la tragedia.

Julia Rees, representante adjunta del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia en el país, advirtió que las necesidades humanitarias crecen constantemente.

"Las familias en las regiones afectadas enfrentan una alarmante escasez de alimentos, agua potable y medicamentos", señaló.

Además, describió que la situación sigue siendo extremadamente precaria, ya que los equipos de emergencia operan sin electricidad ni saneamiento y, al igual que las comunidades damnificadas, duermen a la intemperie.

Desde Yangón, el coordinador de Asuntos Humanitarios de la ONU en Myanmar calificó la situación como catastrófica.

"Un millón de personas residían en las zonas golpeadas por el terremoto. Hasta ahora, más de 1,600 han perdido la vida, más de 3,400 han resultado heridas y más de 200 continúan desaparecidas. Las agencias de la ONU y los trabajadores humanitarios están desplegadas en la zona, distribuyendo suministros esenciales mientras llevan a cabo una evaluación rápida para dimensionar el nivel de las necesidades", explicó Marcoluigi Corsi.

Asimismo, Rees destacó que muchas comunidades han quedado completamente destruidas, dejando a familias y niños sin refugio.

Las ciudades de Sagaing y Mandalay, cercanas al epicentro, han sido especialmente afectadas, enfrentando escasez de electricidad, agua y alimentos. Muchas infraestructuras han colapsado, dejando a la población sin refugio y dificultando las labores de rescate.

La situación se complica aún más debido al conflicto interno en Myanmar, que obstaculiza los esfuerzos de ayuda y rescate.

A pesar de estos desafíos, equipos de rescate locales e internacionales continúan trabajando incansablemente para localizar a los desaparecidos y brindar asistencia a los sobrevivientes.