En un giro histórico para la política de defensa europea, Suecia se ha convertido en el más reciente miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), marcando el fin de su larga tradición de neutralidad.
Este cambio, impulsado por la reciente invasión rusa de Ucrania, representa una reconfiguración estratégica en el tablero geopolítico internacional.
El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, completó el proceso de adhesión en Washington, entregando formalmente los documentos de adhesión al Departamento de Estado de Estados Unidos.
Con Suecia, la OTAN amplía su membresía a 32 países, fortaleciendo la alianza en un contexto global de tensiones crecientes.
El secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, dio la bienvenida a Suecia, subrayando la importancia de la expansión para la alianza: “Juntos somos más fuertes”, reafirmó.
Esta adhesión no solo fortalece a Suecia en términos de seguridad, sino que también profundiza el compromiso colectivo con valores fundamentales como la libertad y la democracia.
La vecindad geográfica con Rusia de Suecia y Finlandia, junto a la adhesión de esta última en abril de 2023, han doblado la frontera terrestre de la OTAN, desafiando directamente las aspiraciones de Vladimir Putin de limitar la expansión de la alianza.
Esta extensión se lee como una respuesta directa a las agresiones rusas, buscando garantizar una mayor estabilidad y seguridad en la región europea.
El proceso de adhesión de Suecia no estuvo exento de complicaciones. Turquía y Hungría, países con vínculos más estrechos con Rusia, retrasaron la incorporación de Suecia mediante objeciones diplomáticas y políticas.
La resolución de estas tensiones, especialmente a través del parlamento turco y la eventual aprobación de Hungría, demuestra la complejidad de las relaciones internas dentro de la OTAN y el delicado equilibrio de intereses geopolíticos.
La integración de Suecia a la OTAN no solo representa un cambio en su política de defensa, sino que también refleja un movimiento estratégico dentro de la comunidad internacional frente a amenazas globales emergentes.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, afirmó que esta incorporación hace a la alianza más fuerte y segura, anticipando la ceremonia de izado de la bandera sueca en la sede de la OTAN.
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