Este sábado 30 de diciembre, la ciudad rusa de Bélgorod, próxima a la frontera con Ucrania, fue bombardeada. El último recuento de fallecidos, según el ministerio ruso de Situaciones de Emergencia, asciende a 12 adultos y un niño, además de 108 heridos.
Moscú acusa al ejercito ucraniano de la ofensiva contra su población civil y en respuesta llamó al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para discutir la cuestión.
"Hoy a las 4H00 PM (21H00 GMT) habrá una reunión del Consejo de Seguridad a pedido de Rusia, en relación a los ataques en Belgorod", informó la misión rusa en sus redes sociales.
Hasta el momento, Ucrania no ha comentado respecto al siniestro, pero se especula que podría ser una respuesta al masivo ataque ruso con drones perpetrado el viernes sobre Kiev y otras ciudades del país.
El saldo, tras la ofensiva rusa con más de 160 misiles y drones, fue de 39 muertos y 160 heridos. Ese mismo día, la secretaría general de la ONU y el presidente estadounidense Joe Bide condenaron el ataque.
"Él busca aniquilar a Ucrania y someter a su pueblo. Debe ser detenido", afirmó el mandatario norteamericano.
Por órdenes del presidente Vladimir Putin, un cuerpo del Ministerio de Sanidad se desplazó a la región. Además, el gobernador de Bélgorod, Viacheslav Gladkov, recomendó a la población resguardarse en el subterráneo y los refugios dispuestos.
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