En Brooklyn, Nueva York, más de una decena de individuos de la comunidad judía fueron arrestados tras el descubrimiento de un túnel ubicado debajo de la sinagoga y sede mundial del movimiento Jabad-Luvavitch, este pasadizo fue construido por un grupo de estudiantes calificados como extremistas.
El vocero de Jabad, Motti Seligson, declaró que un grupo de diez estudiantes inició la construcción de un túnel en los terrenos de la sinagoga y uno de los lugares más destacados en Crown Heights. En primer lugar, derribaron los muros de un edificio desocupado y luego crearon un conducto que conecta con el templo.
No obstante, los estudiantes extremistas llevaron a cabo esta construcción subterránea sin la autorización del propietario, el cual se presentó con un equipo de construcción para realizar las reparaciones necesarias.
Esta situación generó malestar entre los estudiantes, quienes dañaron una pared y vandalizaron la sinagoga con el objetivo de preservar el acceso al túnel.
Al llamar a la policía de Nueva York, la persona propietaria se encontró con la resistencia de los estudiantes para entregar el pasadizo, lo que dio lugar a un enfrentamiento. Durante el altercado, los creadores del túnel lanzaron pupitres y libros, mientras que los agentes utilizaron aerosoles irritantes para dispersarlos.
Las autoridades de Nueva York no han proporcionado detalles sobre la finalidad del túnel creado por los estudiantes extremistas y están llevando a cabo investigaciones para determinar si la sinagoga sufrió algún daño.
En torno a estos incidentes, se ha difundido información no confirmada por fuentes policiales, como el supuesto hallazgo de diversos objetos dentro del túnel construido por la comunidad judía. Además, se han divulgado videos no verificados relacionados con el caso, mostrando a seguidores del culto saliendo de las alcantarillas.
Los seguidores del movimiento Jabad-Luvavitch, denominados judíos jasídicos y de pensamiento ultraortodoxo, siguen estrictas normas basadas en las enseñanzas del rabino Menachem Mendel y la Torá, el libro sagrado del judaísmo. Reconocidos por sus ropas largas de color negro y barbas prominentes, estos judíos no solo mantienen una ideología de extrema derecha en el espectro político, sino que también suelen respaldar las campañas militares de Israel en Medio Oriente, formando incluso sus propios batallones dentro de las fuerzas armadas.
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