EN BÚSQUEDA DE OPORTUNIDADES
El hombre, por instinto, la mayoría busca siempre su desarrollo personal y familiar. La migración es un fenómeno motivado entre otras causas por la búsqueda de oportunidades, de emprendimientos, muchos mexicanos emigran al extranjero.
Cuando en nuestro país no encuentran los elementos de desarrollo. Nuestros paisanos terrablanquenses no están exentos de esto, numerosos han sido los amigos y familiares que han partido al extranjero en busca de mejores oportunidades.
Hoy me quiero referir a Eduardo Carmona García, quien junto con su esposa Rocío Betancourt y su hijo Eduardo, han enfrentado tiempos difíciles, pero encontraron la forma de emprender un negocio productivo en Canadá.
Cedo este espacio al terrablanquense para que nos relate sus experiencias de vida, él es conocido en aquel país por su anuncio de: “Jueves, viernes, sábados y domingo, el Señor de los Tamales del Metro Jean Talon.
Les ofrece tamales estilo veracruzano, de pollo, cerdo o queso, en salsa verde o chipotle. Tamales de elote o piña a 5.00 dls. Entrega a domicilio mínimo 12 tamales, llame al 514 662 3897 .
Nos dice Eduardo: “Es un placer para mí, redactar mi experiencia de emprendimiento en este país que me acogió con mi familia. Mi historia comienza el 29 de marzo de 2008, fecha en que llegué a Montreal Quebec, Canadá, después de varios intentos fallidos de emplearme en mi patria, México.
Por mi crítica situación económica, tomé la difícil decisión (para mí lo fue), de emigrar, motivado por la invitación de un amigo que vive aquí en Montreal.
Viajé sólo, porque la idea original era permanecer un año para sanear las finanzas y posteriormente regresar, ya que mi apego a la tierra que me vio nacer era sólido.
Al día siguiente de mi llegada comencé a trabajar, en ese tiempo la mano de obra era escasa y eso facilitaba encontrar trabajo, sobre todo que no requerían hablar francés o inglés, idiomas de Canadá. Fue una labor demandante físicamente, pero no había otra opción. Duró 5-6 años el periodo de adaptación.
Me inscribí en la Escuela de Francés, con el fin de una mejor integración a esta sociedad y por supuesto, encontrar un empleo menos duro. A Los cuatro meses de mi llegada, tomamos una decisión que cambiaría todo el esquema de lo que creíamos una estancia temporal.
CAMBIO DE VIDA
Mi esposa Rocío y mi hijo Eduardo, emprendieron el viaje para reunirse conmigo en el mes de julio del 2008, inscribiéndose de inmediato en la Escuela de Francés y es entonces donde nace la visión de un emprendimiento.
Y surge la idea de vender tamales, ya que la mayoría de alumnos trabajaban por la mañana y salían directamente a la escuela sin comer alimento alguno.
Lo único con lo que se contaba eran máquinas expendedoras de galletas, papitas y sándwiches, algo no muy aceptable al paladar de los latinos en general. Es así como tomamos la decisión de ofrecer algo diferente y aceptable para los emigrantes latinos y qué mejor que TAMALES.
Desde luego no éramos improvisados en su elaboración, ya que en Tierra Blanca mi esposa aprendió a hacerlos con mi señora madre, quien la mayoría de su vida se dedicó a esa venta y a su fallecimiento, nosotros retomamos la venta, como una actividad secundaria ya que lo hacíamos de manera irregular.
Encontrar materia prima para la elaboración aquí en Montreal, no tuvo mayor problema, sólo que la metodología original varió, ya que no existen molinos de nixtamal y tuvimos que utilizar harina de maíz.
Lo que nos complicó un poco igualar la textura y sazón de la masa, pero a base de “prueba y error” logramos obtenerla, no como los originales, pero sí con un sabor aceptable a nuestra consideración.
Llegó el primer día de la venta, con la reserva de si gustarían o no, pues con la diversidad de nacionalidades quedaba esa duda al aire.
Portando mis libros de manera habitual llegué a mi salón de clases, pero ahora adicionalmente, con mi pequeña lonchera con 15 o 20 tamalitos y la fe de venderlos y que gustaran.
Llegó la hora de la pausa y el momento de ofrecerlos de manera discreta en el salón de clases. La palabra mágica que resonó en ese momento fue: «Traigo tamales a la venta»
Y no se dejó esperar la respuesta positiva de los compañeros deseosos de comer algo típico de México. El objetivo se logró… ¡Éxito Total!
Al paso del tiempo la voz corría por los pasillos de la escuela y alumnos de otros salones también acudían a comprar ese antojo, lo que nos hizo solicitar a la directora nos permitiera vender en la cafetería de la escuela,
A lo que accedió, condicionando a que se hiciera de manera ordenada. Triplicamos la cantidad inicial de la venta.
Con la aceptación adquirida con el rico sabor, decidimos ofrecerlos en la zona de Supermercados Latinos, donde acuden la mayoría de inmigrantes latinos a hacer sus compras el fin de semana en las inmediaciones del Metro Estación Jean Talon.
De ahí nace el sobrenombre de “El Señor de los Tamales del Metro Jean Talon”, ya que los ofrecía a un lado de la salida del Metro transportándolos en un carrito que se utilizan para las compras del supermercado.
SIEMPRE ENCUENTRA MANO AMIGA
Iniciamos un verano donde el clima permitía deambular y permanecer estático sin problema, pero el primer invierno llegó con su extremosidad de 35 grados y fue precisamente en unos de esos días cuando apareció un Ángel (ese concepto es muy personal),
El propietario del edificio de lado de la salida del Metro (QEPD), quien, al verme expuesto al frío extremo, me ofreció ocupar el pasillo de la entrada donde había calefacción. Hoy lo recuerdo con gratitud, su gesto compasivo convirtió ese lugar en el punto de venta desde 2008.
Después de esto hubo 2 intentos fallidos de locales comerciales, por causas ajenas a nuestra voluntad, la pandemia nos obligó a implementar entrega a domicilio, adquiriendo el Tamal Móvil como lo bautizaron en reportaje hecho por UNIVISIÓN E.U, en el que mencionaron mis inicios y manera de comercialización y los avances logrados.
Actualmente Supermercados Latinos distribuyen también nuestros tamales y cada día vamos conquistando mercados, podríamos decir sin mencionar cifras para no caer en arrogancia, que somos los líderes en la venta de nuestro producto en Montreal.
He mencionado los avances y logros obtenidos, pero como en todo proceso de emprendimiento hemos sufrido tropiezos, dificultades y por qué no decirlo, frustración. Pero siempre ha prevalecido la perseverancia, así como la disciplina y ante esto no hay nada que no se pueda lograr.
Mi llegada a este hermoso país hace 16 años, fue con un desconocimiento total en su cultura, idioma, usos y costumbres, llegué solo con la consigna de fortalecer finanzas y con el insaciable deseo de lograrlo.
Pero el llegar así, sin las herramientas necesarias para mi cometido, fue la primera enseñanza para conocer mis capacidades y vencer mis miedos.
Hoy le doy un valor incalculable a mi vida, la riqueza material ha dejado de ser prioridad, y eso me ha permitido valorar, amar y estar comprometido cada día más con la mujer que me ha acompañado en todo momento en este ciclo llamado vida, mi esposa Rocío.
Enviamos hasta Montreal un cariñoso saludo a la apreciada y valiente Familia de los Tamales Carmona Betancourt.
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