Taller de cerámica Santo Barro

La enseñanza de las artes visuales debería ser obligatoria en la estructura de enseñanza básica en la escuela primarias. El arte debe fomentarse desde la infancia. Los primeros años de la vida son fundamentales para sensibilizar en esta  rama de la instrucción, otorgadora de óptimas maneras de relacionarse con la alteridad y el mundo.

 Parafraseando a Gombrich,  prestigiado crítico de arte, en su libro Arte e ilusión,  nos dice  respecto a la pintura y los niños...ellos hacen dibujo o pintura por divertirse, por exhibirse o porque sus madres no les dejan hacer ruido...continuamente  adaptan los  criterios y esquemas del mundo de los mayores... a pesar de no entender del todo su función...lo importante es la percepción...su desarrollo...

De manera semejante sucede con la realización de otras manifestaciones artísticas, danza, música, la cerámica y en tal sentido Vivian Lara de Zetune parece entenderlo muy bien.

Entendida de las dificultades del mundo contemporáneo en cuanto a las comunicación padres e hijos, arte y tecnología, patrones relacionales entre jóvenes y mayores, Vivian asiente con aplomo su apuesta al arte como vínculo de integración de las personas a su comunidad y a sociedades de perfiles diversos.

Mujer con aplomo y amante del arte, trabaja con el barro como el medio idóneo para expresar distintos estados de ánimo. En su Taller Santo Barro en Lomas de Tecamachalco, Naucalpan, la ceramista expande técnicas didácticas y el trabajo del horno, cuyas constantes son acercamiento a la disciplina y compromiso de la hechura visual.

Bien por su tesón de integrar niños y jóvenes en el quehacer del moldeado y torno del barro y sus componentes, pues la unión de estos elementos y el calor del fuego, funden equilibrio de conciencias.