Tanto en Veracruz como en Boca del Río, hemos podido disfrutar de la rutilancia de color en la obra plástica de Manuel Zardain.
El incansable pintor viaja de Estados Unidos, a Cancún, de Veracruz a Playa de Carmen y ahora en un espacio justo a sus enunciados visuales, frente a las aguas de mares veracruzanos, Zardain se estaciona en Boca del Río, y lanza redes acrílicas para Pescar Colores (título de su exposición) teniendo a Octubre y a sus lunas como testigos.
El otrora alumno y participante de Talleres de David Alfaro Siqueiros, Leonora Carrington, Gilberto Aceves Navarro, se torna pescador, se hace a la mar y lo atrapa en eclosiones de colores, logrando con gran efusividad rondas acrílicas, liturgia de cuerpos de hombres y mujeres prestos a bailar pues así es la idiosincrasia del veracruzano.
Zardain borda y transborda en veleros, entonando a través de sus figuras trémulas, sones y rumbas. Estas figuras humanas, fauna y flores, no solo emergen al contoneo de un danzón, sino de vuelo, convirtiendo a los fandangos en noches de magia y embrujo, pues sus mujeres vuelan, porque es bonito volar y dejarse caer….
Zardain de Orizaba, de la Costa, del Caribe, es el guardagujas de las locomotoras de sueños, de viajes con retorno al gozo, a la algarabía, al bullicio, pues la tristeza se quedó tiempo atrás en el olvido.
Hoy se embarca en Boca del Río, para degustar mariscos y toritos, zapateando con lazos y abanicos multicolores la esencia de este significativo municipio.
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