La tos es un síntoma socialmente incómodo, particularmente desde que llegó la pandemia de Covid-19. El problema es que la tos puede persistir durante semanas o meses después de que la infección por coronavirus haya desaparecido.
Alrededor del 2.5% de las personas siguen tosiendo un año después de haberse infectado con COVID. Una tos recurrente puede socavar tu capacidad para trabajar, dejarte con facturas médicas y provocar aislamiento de situaciones sociales porque no querer que otros crean que estás propagando COVID.
La profesora asistente de Medicina General de la Universidad Bond, Natasha Yates, responde diversas dudas sobre esta afectación.
Causas
No es sorprendente que el COVID provoque tos, porque el virus afecta nuestro tracto respiratorio, desde nuestras fosas nasales hasta nuestros pulmones. La tos es una de las formas en las que el cuerpo se deshace de irritantes no deseados como virus, polvo o mucosidad.
Cuando detecta algo "extraño" en el tracto respiratorio, se activa un reflejo para provocar tos tratando de eliminar el irritante. Lo que sucede es que, aunque este es un mecanismo de protección efectivo, también es la forma en que se propaga el virus del COVID. Y esta es una de las razones por las que el virus ha viajado de manera tan efectiva y rápida por todo el mundo.
Proceso
La inflamación es un proceso defensivo que utiliza nuestro sistema inmunitario para combatir el coronavirus. Los tejidos inflamados se hinchan y producen líquido. Esto puede durar mucho tiempo, incluso después de que el virus haya desaparecido.
La tos puede persistir por cualquiera de las cuatro razones principales, todas las cuales implican inflamación:
Si las vías respiratorias superiores (fisuras nasales y senos paranasales) permanecen inflamadas, el líquido producido gotea por la parte posterior de la garganta provocando un "goteo posnasal". Esto le hace sentir la necesidad de "aclarar la garganta", tragar y/o toser
Si los pulmones y las vías respiratorias inferiores están afectados, la tos es la manera que tiene el cuerpo de tratar de eliminar el líquido y la hinchazón que detecta allí. A veces no hay mucho líquido (por lo que la tos es "seca"), pero la inflamación del tejido pulmonar aún provoca tos.
Las vías neurales pueden estar donde acecha la inflamación. Esto significa que el sistema nervioso está involucrado, ya sea centralmente (el cerebro) y/o periférico (nervios), y la tos no proviene principalmente de los propios tejidos respiratorios.
Una causa menos común pero más grave puede ser que el tejido pulmonar se cicatrice a causa de la inflamación, una afección denominada "enfermedad pulmonar intersticial". Esto debe ser diagnosticado y manejado por especialistas respiratorios.
Revisión
Debemos tener cuidado de no etiquetar la tos como una tos posterior a la COVID y pasar por alto otras causas graves de tos crónica. Una cosa a tener en cuenta es una infección bacteriana secundaria, además de la COVID.
Los signos de que puede tener una infección secundaria incluyen un cambio en el tipo de tos (sonidos diferentes, más frecuentes), cambio en el esputo/flema (aumento del volumen, presencia de sangre), y desarrollar nuevos síntomas, como fiebre, dolor de pecho, palpitaciones o empeoramiento de la disnea.
Otras enfermedades potencialmente graves pueden causar tos crónica, como insuficiencia cardíaca y cáncer de pulmón, por lo que, si tiene alguna duda sobre la causa de su tos, hágase un chequeo.
Remedios
Si la tos se debe principalmente al goteo posnasal, responderá a las medidas para reducirlo, como chupar pastillas, enjuagues salinos, aerosoles nasales y dormir bocarriba. Si la causa se origina en una inflamación en los pulmones, los ejercicios de respiración controlada y la inhalación de vapor (en una ducha caliente o mediante un vaporizador) pueden ayudar.
La mucosidad espesa también se puede volver más acuosa al inhalar solución salina a través de un dispositivo llamado nebulizador, que convierte el líquido en vapor y lo administra directamente a la mucosidad acumulada en los pulmones. Esto hace que sea más fácil despejar la tos.
No antibióticos
De manera preocupante, algunos países tienen pautas que sugieren el uso de antibióticos para tratar la COVID, lo que demuestra qué frecuente es este malentendido. A menos que haya una infección bacteriana secundaria, los antibióticos no son apropiados y pueden contribuir al desarrollo de resistencia a los antibióticos.
La tos posterior a la COVID puede durar semanas, ser debilitante y tener una variedad de causas. La mayoría de las formas de manejarlo son simples, baratas y se pueden hacer sin necesidad de intervención médica.
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