La historia del periodismo nos ubica a Inglaterra como el primer país en tener el primer impreso en cuanto a la rotación de noticias en el siglo XVIII y muchos siglos atrás durante uno de los periodos de esplendor de Grecia a Herodoto como el primer gran cronista.
En nuestro país también es durante el siglo XVIII cuando tenemos el registro de la Gaceta de México, primer periódico en el país, iniciativa realizada por el teólogo Juan Castorena.
A partir del siglo de las Luces, el Enciclopedismo y la Revolución Francesa, la palabra impresa, impulsada por la invención de Gutenberg propició en la vida social un cambio radical.
La información a través de medios impresos ha sido un parteaguas en el pensamiento humano.
Todavía hasta hoy, la existencia de los rotativos en formato clásico y tabloide nos forman e informan no solo en el acontecer de sucesos nacionales e internacionales, sino en la notable costumbre de tener papel ilustrados en nuestras manos.
Este ha sido uno de los pilares en la tarea y oficio de José Pablo Robles Martínez.
Quien no solo fue reportero y notable periodista con larga trayectoria, sino además docente en la UNAM, en Universidad de Columbia, sino en la Universidad Veracruzana, quien le acaba de brindar un merecido reconocimiento a su labor y entrega periodista y a su responsabilidad de director del Corporativo Imagen, otrora Sur.
A su visión y misión de comunicador, debemos agregarle el plus, de la escritura de reportajes, testimonios y novelas ( Más allá de la Memoria, U8n infierno llamado Líbano) pues con ellos nace uno de los episodios más apasionantes del Periodismo, su involucramiento con la Literatura.
Este empalme nos brinda una de las fortalezas más sólidas identificadas con el oficio del informante: el reto de brindar imágenes a los lectores, de sucesos acontecidos en la realidad, salpicados de destreza imaginaria.
Es delicioso como receptores confundirnos con lo verdadero y la posibilidad de lo no sucedido. Ese sitio donde lo fantástico envuelve la personalidad del periodista y lo convierte en fabulador. La narrativa extiende sus laberintos y las pesquisas envuelven al relator y a quien lo lee.
Bien por la trayectoria del maestro José Pablo, bien por la Universidad Veracruzana y su labor de reconocer a sus académicos, bien por nosotros los amantes de la Literatura, la Crónica y el Periodismo.
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