Es harto difícil y triste encontrarnos con el aspecto ético en el ejercicio profesional y en general en la vida. De diversas maneras por preocupaciones personales, económicas, de trastornos emocionales, no manejamos el respeto y consideración hacia el otro, aún en el campo deportivo, en ese aspecto en ocasiones detallamos, tanto por el lado de jugadores de varias disciplinas como por el público, agresiones constantes. Luego entonces escuchamos de personalidades inmersas en esta área con sentido común y reflexivo, los admiramos como en el caso del recién fallecido jugador, entrenador y comentarista argentino César Luis Menotti.
Gratificante escuchar buenos comentarios de quien aportó conceptos y dinámicas al fútbol en su país y en extranjero, además de un buen trato, fomentar la responsabilidad grupal, Menotti se conducía como experto y atinado cuando se le invitaba como comentarista.
El Flaco Menotti como se le conoció tuvo exitosa trayectoria en su país como jugador en la década de los sesenta del siglo pasado y como entrenador de la Selección Argentina asimismo en España con el F.C. de Barcelona, el Peñarol y el Atlético de Madrid.
También en nuestro país dejo buena impresión en Puebla y Tecos
Menotti se referencia por su sentido analítico y respetuoso, equilibrado en sus y juicios y ello nos resulta rescatable en la imagen pública de alguien dedicado a un deporte tan popular y difundido.
Hasta sus últimos días fungió como Director de Selecciones de la Asociación de Fútbol Argentino y en el año 2009 recibió el reconocimiento en su país de Cultura al Fútbol.
Todos los aspectos de la vida humana son cultura. Y por ende el deporte, bien por la trayectoria de Menotti, quién dio un giro en la esta disciplina, incrementando de manera axiológica el trato entre jugadores, espectadores y personas interesadas de disfrutar a través de la comunicación el gozo de la vida.
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