Durante fechas recientes se han presentado incontables quejas por parte de pobladores en el municipio de Tierra Blanca, donde han señalado abusos por parte de elementos de la Guardia Nacional asignados a la zona.
La comunidad está sumamente preocupada por una serie de incidentes que van desde extorsiones hasta detenciones sin motivo aparente, lo que ha generado una creciente indignación entre los habitantes.
Según testimonios recopilados, los agentes mencionada corporación han llevado a cabo una serie de acciones que han generado un clima de temor y desconfianza en la población, por lo que viven temerosos de quien se supone debería cuidarlos.
Además de las acusaciones de extorsión, se les imputa haber realizado detenciones arbitrarias y revisión de teléfonos celulares sin una justificación clara, aunado a que se que algunos de estos elementos presuntamente han asumido funciones de tránsito, generando aún más controversia.
Uno de los incidentes más impactantes involucra la presunta privación de la libertad de un operador de una pipa, el cual permanece tras las rejas sin imputación legal alguna y a quien le habrían exigido 100 mil pesos para su liberación.
Según la denuncia, los elementos de la Guardia Nacional lo habrían levantado, amenazado y extorsionado, manteniéndolo cautivo durante varias horas, hecho ha generado indignación y temor en la comunidad, que clama por justicia y una respuesta contundente por parte de las autoridades.
La presencia de estos elementos de la Guardia Nacional en tres unidades de movilización con números de patrulla son 26654, 26655, 25601 ha generado un sentimiento de arbitrariedad en la población, que se siente vulnerable y desprotegida ante lo que consideran una falta de control y supervisión adecuada.
Ante esta situación, los ciudadanos han hecho un llamado de auxilio al gobernador y al presidente, solicitando una intervención urgente para investigar y castigar a todos los responsables de estos presuntos abusos. La comunidad exige que se restablezca la confianza en las fuerzas de seguridad y que se tomen medidas concretas para prevenir futuros actos de violencia y abuso de poder.
La situación en Tierra Blanca es un recordatorio del delicado equilibrio que debe mantenerse entre el poder y la responsabilidad en las fuerzas de seguridad.
/ct
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