Y sí, un beso en la mano es una mezcla de educación, buenos principios, cortesía y respeto.
Sin duda resulta una deferencia y ponerse a sus pies, el dar un beso en la mano. Y que, como dice la Señora Presidenta, “es algo natural”.
El gesto como deferencia y clara cortesía de dar un beso en la mano o expresar el estar a los pies de una dama, creo, es una muestra educada que implica la existencia de una dama y un caballero.
He tenido la fortuna de trabajar y tener como jefa y superior a mujeres. Cito el caso de Susana Torres Hernández, una querida y distinguida veracruzana, hija de maestros y originaria de San Andrés Tuxtla, quien ha ocupado diversos encargos en las instituciones de la república como en nuestro estado, y a quien, en cada ocasión y oportunidad que tengo, siempre le expreso estar a sus pies.
Incluso, a otras mujeres y señoras con las que he tenido la oportunidad de saludar o estrechar lazos de amistad y trabajo, igual lo hago, como recientemente, que tuve el privilegio de saludar a Nena de la Reguera, próxima Secretaria de Turismo, y a quien igualmente le expresé estar a sus pies, en una clara muestra de reconocimiento a la personalidad y aportaciones que brinda a Veracruz y los veracruzanos desde sus espacios laborales y sociales, y a quien seguimos admirando como la Reina del Carnaval y Señorita Veracruz entre 1969 y 1970.
Entre 1998 y 2004 laboré en la Dirección General de Acción Social y Giras con el Gobernador de Veracruz, Miguel Alemán Velasco, y su esposa, la Sra. Doña Christiane Magnani, reina de belleza francesa y Miss Universo en 1953, a quien igualmente, en las oportunidades que tuve, le referí estar a sus pies por alguna actividad oficial (DIF) o del Poder Ejecutivo en las que llegué a intervenir y participar en términos del protocolo institucional y del voluntariado.
Así pues, me parece una acción de gran cortesía y educación que la Sra. Presidenta de México, Doña Claudia Sheinbaum, y el Senador de la República Manuel Velasco hayan cruzado saludos de similar manera, gesto que pienso, creo y me parece que no tendría que llevarse al terreno de críticas por opositores o algún otro sector de la población. Finalmente, habrá que tener respeto al hecho y a las expresiones por la forma de saludar.
“La política se hace con amor y no con odio” —dijo la Dra. Sheinbaum durante su primer discurso como Presidenta—, y creo que habrá de resultar de esa frase algo que deberemos ir adoptando en México y también de irnos acostumbrando. Ojalá no solo sea en este sexenio que apenas ha iniciado.
Este mes de octubre, el miércoles 30, habrán de cumplirse 24 años del fallecimiento del entonces Senador Don Fernando Gutiérrez Barrios, quien fuera gobernador del estado y secretario de gobernación, y a quien se le atribuyen frases en torno a la caballerosidad política.
Quienes conocieron a Don Fernando, les he oído decir que, además de ser un hombre con una inteligencia natural y conocimiento de la política del país, fue un caballero de la política y que solía expresar elogios igual a damas que a varones.
Así pues, creo que la acción mutua entre el Senador Velasco y la Sra. Presidenta Doña Claudia Sheinbaum no debe estar en las líneas de expresión de enconos y ataques, desde mi más modesto enfoque.
En 2004, Don Andrés Manuel López Obrador, siendo Jefe de Gobierno en la CDMX, recibió a Don Miguel Alemán Velasco, quien como Gobernador de Veracruz donó y colocaron juntos una réplica de la Cabeza Olmeca en la Avenida Santa Fe, Zedec, en la Colonia Álvaro Obregón (Santa Fe) en la capital del país.
Durante la conversación de ambos jefes de poder ejecutivo —me tocó estar cerca, fui el responsable de esa gira y evento—, oí decir al Licenciado López Obrador, recordando nombres de gobernadores veracruzanos: “Don Fernando era hombre de palabra, cumplía acuerdos, conmigo fue serio y hasta me hablaba de su amistad con Fidel Castro y el movimiento previo en Tuxpan”.
En Veracruz, en los días y meses por venir, se habrá de transitar por la moderación y la interlocución de los actores en la vida política estatal, que permita contribuir a la solución de conflictos poselectorales de junio pasado, en un concurrente sexenio federal y local, frente a desafíos como será la sucesión en los 212 ayuntamientos.
“Época de mujeres, pero también de los caballeros”. “Tiempo de concordia y no de discordia”.
El Manual de Carreño, en términos y reglas de urbanidad y buenas maneras, siempre orienta, aconseja y da lecciones para saber cómo comportarse en diferentes lugares, momentos y circunstancias.
Hay reglas básicas que son de observancia general por la población en su conjunto, y que no implican falta de respeto, y menos sumisión alguna.
¡ES CUANTO!
enriquezambell@gmail.com; enamjl62@gmail.com
Nosotros | Publicidad | Suscripciones | Contacto | Aviso de Privacidad
Reservados todos los derechos 2024 |