La tormenta que se presentó esta semana que terminó, por el nombramiento o en su caso aprobación, la cual nunca llegó, de seis magistrados del Poder Judicial, por parte del Congreso Local, tiene más allá de trasfondo que simples desacuerdos.
Según lo trascendido, el asunto debió frenarse porque habría quienes se estaban “despachando” con la cuchara grande en este tema, y si bien no debe haber injerencia de tipo político si hubo una acción que deja en claro que no se permitirán excesos o abusos de personajes que usen el poder que ostentan para ello.
Las versiones en algunos medios circularon diciendo que por ejemplo, un recomendado era del subsecretario de Finanzas, Eleazar Guerrero y otro del extitular de la SEV, Zenyazen Escobar. Se puede asegurar que del primer caso no era uno sino tres lo nombres ligados al funcionario y del segundo no hay una certeza como tal.
En esta intentona por irrumpir con sus “aliados” magistrados, saltaron diputados locales que avisaron a quien debió intervenir para que estos no fueron votados y nominados como los nuevos impartidores de justicia en Veracruz por “recomendación”.
Una de las principales operadoras fue la diputada local por Morena del Sur –coincidencia-, Eusebia Cortés Pérez, quien movió los tentáculos, cielo mar y tierra, y armó el alboroto para evitar que se concretara el proceso de la lista, sometida a la Junta de Coordinación Política y antes de ser votada.
Y es que este freno llevó una dedicatoria especial.
La podredumbre que se ha originado desde la Secretaría de Finanzas es la razón real de parar el tema de los magistrados.
Seguramente se trataba de una acción de blindaje desde esta oficina, para buscar cubrir una serie de tropelías y abusos que se han venido cometiendo desde ese encargo.
Es sabido que el “veto”, de haberse dado, en el Congreso Local, para nombrar magistrados a modo, tuvo que ordenarse desde arriba. No podía entrar gente sin perfil, pero además con un sello particular, en su mayoría, de quien se ha dicho, y es el que tiene, desde Finanzas, una red de operadores y administradores en las diversas dependencias del estado.
Quizá amparado en el poder que ostenta, Eleazar Guerrero ha pretendido imponerse en el poder legislativo en una flagrante intromisión pero sobre todo, un exceso de, usurpación de funciones y ambición para mantener un control que institucionalmente ya no le corresponderá a partir de este diciembre de 2024 cuando se entregue el gobierno estatal.
No obstante, afirman, también ha pretendido hacer valer su aportación a las campañas de la Cuarta Transformación para renovar la presidencia y en el caso de Veracruz, la gubernatura.
Con su llamada organización Todos Unidos, con la que se ha hecho presente en cada uno de los eventos proselitistas de Claudia Sheinbaum y Rocío Nahle el funcionario ha pretendido cobrar su cuota de recuperación a un precio más que alto.
Además de las versiones de las candidaturas que solicitó para diputaciones locales y federales, ahora se conoce que quiso incrustar a por lo menos tres posiciones de magistrados de las seis plazas a renovar. Y aunque esto viene a propuesta del Ejecutivo, solo dos realmente tenían ese origen, y uno más del operador en el Congreso Local.
Es decir tres del poderoso subsecretario, uno salido de Palacio de Gobierno y uno más de la Coordinación Política en la Legislatura. Seis de los 10 cambios que se requieren hacer para renovar el Tribunal Superior de Justicia.
Los escándalos que ha enfrentado el poderoso subsecretario son mayores que los bonos que haya ganado con su aportación de militantes en los mítines, o con la operación que pudiera hacer para la 4T.
Y de ser como aseguran, Rocío Nahle sabe que actuar con prudencia e inteligencia haciendo a un lado este tipo de personajes de su proyecto es mucho mejor que lo que pudiera recibir para el mismo.
Lo más probable es que lejos de andar buscando magistrados a fines y colocarlos en el poder judicial para verse protegido como en su momento lo hizo Miguel Ángel Yunes en complicidad con el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Edel Álvarez Peña, Eleazar Guerrero debe empezar a buscar amparos ante todas las cuentas pendientes que le brotarán una vez que entregue los seis años al frente del manejo de finanzas en la administración estatal que termina.
Así por ejemplo, solo basta recordar los señalamientos de nepotismo que ha tenido con sobrinos e hijos cobrando y con cargos en el erario, por si fuera poco el año pasado se conoció también la red de presunta corrupción de la maestra, Araly Rodríguez que recibió contratos millonarios en diversas dependencias con la que también fue vinculado. Arrendamientos y compras de patrullas en la SSP. Entre otras linduras.
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