Tres cuartas partes de los mayores conflictos en el mundo tienen una dimensión cultural

El próximo 21 de mayo se cumplirán 20 años de que la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) declaró esta fecha como el día mundial de la Diversidad Cultural para el Dialogo y el Desarrollo, y muchos se pregunta aún, sobre la importancia o relevancia de esta declaración que se aprobó en 2001, que luego fue secundada por la instauración de una fecha para visibilizar y recordar la importancia del tema, en el desarrollo económico y social del mundo.

Así, con ello, se ha buscado durante las últimas dos décadas concienciar sobre la importancia del diálogo intercultural, la diversidad y la inclusión; lograr que todas las personas se comprometan y apoyen la diversidad mediante gestos reales en el día a día y combatir la polarización y los estereotipos para mejorar el entendimiento y la cooperación entre las gentes de diferentes culturas.

El tema es tan importante, que, si existiera mayor conciencia de ello, se evitarían guerras y conflictos que han costado millones de vidas en el mundo. La propia ONU ha determinado que las tres cuartas partes de los mayores conflictos tienen una dimensión cultural y así desde 2001 se busca generar conciencia sobre la importancia y urgencia de superar la división entre las culturas, todo ello frente a la necesidad de paz, estabilidad y desarrollo en él mundo.

La misma ONU ha dicho que la cultura, en su rica diversidad, posee un valor intrínseco tanto para el desarrollo como para la cohesión social y la paz. Así pues, es importante concientizarse en la diversidad cultural considerándola como el motor de desarrollo, no sólo en cuanto a crecimiento económico, sino como instrumento para lograr una vida intelectual y moralmente más enriquecedora.

Existen 7 convenciones de la cultura, que proporcionan una base sólida para la promoción de la diversidad cultural, ahí se establece la importancia del tema, como una medida para reducir la pobreza y alcanzar la meta del desarrollo sostenible, llevado a un ámbito normativo en el derecho internacional. Hoy en día las Tecnologías de la Información y la Comunicación permiten un dialogo mas frecuente y constante entre civilizaciones y culturas que fomente el respeto y la comprensión mutua.

La Declaración Universal de la UNESCO sobre Diversidad Cultural que fue aprobó en 2001 y que trajo como consecuencia que la Asamblea General de las Naciones Unidas declarara el 21 de mayo como el Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo, a través de su resolución 57/249 de diciembre de 2002, precisa la importancia de la difusión de la cultura y la educación de la humanidad para la justicia, la libertad y la paz “son indispensables para la dignidad del hombre y constituyen un deber sagrado que todas las naciones deben cumplir con espíritu de responsabilidad y ayuda mutua”, se lee en el documento.

Esta declaración, nos genera nuevamente la reflexión respecto de la importancia del derecho internacional y los logros que sobre él se han asentado para permitir un mejor desarrollo, donde el dialogo, la paz y la interculturalidad sean el estandarte para mantener la comunicación en el mundo que permita ante todo el respeto a los derechos humanos. Aquí los retos aún son muchos, frente a quienes apartan la Diversidad Cultural de sus acciones y políticas públicas.

Cabe aquí precisar que la novena sesión sobre la Protección y Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales se llevará a cabo en la Sede de la UNESCO en París, Francia del 6 al 8 de junio de 2023. Cabe aquí precisar que, durante esta novena sesión, los representantes de 151 estados Parte de la Convención y la Unión Europea examinarán los avances de implementación de la Convención en todo el mundo y los principales desafíos que enfrentan los sectores cultural y creativo en el contexto posterior a la pandemia de COVID-19.

Así como la discusión en torno a cómo mejorar la diversidad de las expresiones culturales en el entorno digital, garantizar medidas de trato preferencial para los bienes y servicios culturales y fortalecer el estatus de los artistas y profesionales de la cultura. Sin duda grandes temas que a veces se muestran ajenos a los intereses gubernamentales pero que en estos tiempos están urgente atender e implementar.