Siguiendo las instrucciones de mero arriba, la elección de jueces sigue su curso, por más que ésta no despierte interés alguno entre la ciudadanía, porque casi nadie conoce a los candidatos y las boletas no se contarán en las casillas, lo cual significa un despilfarro de recursos públicos que bien empleados podrían utilizarse en mejorar los hospitales y atender el desabasto de medicinas, entre otras tantas prioridades.
Además, la citada elección no garantiza una mejor impartición de justicia, porque los filtros previamente impuestos no permitirán la llegada de los mejores, ni que mediante el sistema de elección de los juzgadores se elimine la corrupción.
Los alcaldes, gobernadores, diputados locales, federales, senadores y presidentes de la república son electos mediante el voto popular y los fraudes y el saqueo de recursos hechos al amparo del poder han aumentado y en lugar de disminuir.
A muchos analistas les parece que la verdadera finalidad de esta elección, es eliminar un factor de equilibrio entre los Poderes de la Unión, para que la Presidencia de la República y en su caso los gobernadores de los estados manejen al país sin obstáculos ni contrapesos, lo que pudiera llevarlos a cometer errores e injusticias.
Con un Poder Judicial controlado y sumiso, los ciudadanos quedaremos indefensos, especialmente cuando alguna autoridad prepotente, ignorante y resentida atente contra nuestros derechos, tal y como sucede con el actual gobernador de Puebla.
Acaba de amenazar públicamente a un desarrollador inmobiliario de que si no le dona 2 hectáreas para construir viviendas para la policía, en un fraccionamiento que ese particular ha construido, le expropiará 4 hectáreas, otorgándole un plazo de 30 días para darle una respuesta. Se siente ese político un Hugo Chávez poblano.
Tales acciones podrían llegar a tipificarse como amenazas, cohecho, extorsión o abuso de autoridad.
Argumenta el gobernador que la policía poblana tiene derecho a una vivienda digna, lo cual no está sujeto a ninguna duda. Sin embargo, el gobierno de Puebla cobra impuestos y tiene recursos suficientes para pagar el terreno que destinará a las viviendas de los servidores públicos. No puede exigirle a un particular que se lo regale.
Si la empresa afectada solicita el amparo de la justicia y el Poder Judicial queda con la elección venidera, subordinado al ejecutivo federal o al estatal, no habrá juez alguno que se atreva a fallar a favor de la parte afectada, por lo que la ciudadanía sufrirá las consecuencias de los excesos y arbitrariedades que cometa cualquier gobernante.
Esa clase de amenazas solamente ahuyentará más la inversión. Con este tipo de abusos, es más fácil entender el por qué la economía de México no crece y los inversionistas prefieren llevarse sus recursos y tecnología a países donde existe un verdadero estado de derecho, en lugar de hacerlo en una nación como la nuestra, donde la Constitución y las leyes se modifican de la noche a la mañana, como cambiarse de ropa interior y sin pudor alguno, para adecuarlas a las ocurrencias y caprichos de los gobernantes.
Con cambios tan radicales e ilógicos, difícilmente saldremos del atolladero.
¿No les parece a Ustedes?
Muchas gracias y buen fin de semana.
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