Los recientes episodios de violencia en Mundo Nuevo, Coatzacoalcos, que involucraron a elementos de la Policía Estatal de Veracruz vejando a varias familias de la localidad, certificaron que la corporación policiaca que depende del Gobierno de Cuitláhuac García es una transgresora de la ley.
Es una policía generadora de violencia y además asesina.
Apenas el 9 de agosto de 2023, la vida de Alexis Moreno Mérida, un joven estudiante de Enfermería de la Universidad Autónoma de Quintana Roo, fue truncada de manera abrupta y violenta.
A sus 23 años, Alexis había concluido sus estudios y se preparaba para la ansiada ceremonia de graduación en septiembre.
La historia tomó un giro siniestro al ser perseguidos por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública de Veracruz (SSP), desencadenando una serie de eventos que dejaron a la sociedad consternada. Según los informes, los policías intentaron detener el vehículo, pero Raúl, en un momento de desesperación, optó por no detenerse, dando inicio a una persecución mortal.
La tragedia alcanzó su punto culminante cuando los agentes dispararon al vehículo, hiriendo de gravedad a Alexis con un impacto en la espalda que atravesó su pecho.
El jovencito perdería la vida horas más tarde en el Hospital General de Zona 36 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Luego de esto, José Antonio “N”, un miembro de la SSP de Veracruz, ahora enfrenta un proceso legal como presunto responsable de los delitos de homicidio doloso calificado, lesiones dolosas calificadas, abuso de autoridad, falsedad de la autoridad y falsas denuncias en agravio de Alexis y Raúl, a quienes criminalizaron.
El caso de Alexis Moreno refleja no solo la vulnerabilidad de la juventud ante la violencia institucional, sino también la urgente necesidad de revisar y mejorar los protocolos de actuación de las fuerzas de seguridad para evitar tragedias como esta en el futuro.
El caso de Mundo Nuevo, que alcanzó gran difusión mediática y provocó denuncias legales, es otra muestra de cómo la Policía Estatal de Veracruz viola los derechos de los habitantes sin que haya castigo.
Presuntamente comandados por un civil, hecho que sugiere la existencia de una policía de alquiler, ingresaron a domicilios causando saqueos, destrozos y violentando la tranquilidad de niños, mujeres y hasta adultos mayores, denunció Violeta Antonio Rodríguez, una de las agredidas.
“¿A quién acudimos ante los atropellos?”, preguntan los agraviados.
Parece que no hay respuesta, especialmente cuando los cuerpos de seguridad parecen estar integrados con el hampa.
Hasta ahora, no se ha emitido un comunicado oficial público que explique las acciones de la Policía Estatal.
“Es preocupante que tengamos una policía tan agresiva en esta zona”, recriminó recientemente el delegado regional de la CEDH Veracruz, Tonatiuh Hernández Sarmiento.
En la zona sur, ya hay siete carpetas de investigación abiertas contra miembros de la Secretaría de Seguridad Pública por detenciones arbitrarias o ilegales, robos, tortura y agresiones.
El escenario denota una incompetencia terrible en el mando de la SSP, que permite tener a una policía estatal generadora de violencia sin que ocurra un castigo ejemplar.
La remoción del delegado policial responsable de la zona, que ocurrió después de la tragedia del joven Alexis, no ha servido de nada. La situación ha empeorado.
En el contexto del proceso electoral 2023-2024, México cerró el año pasado con un total de 574 agresiones por parte del crimen organizado hacia individuos vinculados a la política y el gobierno, esto de acuerdo a “Votar Entre Balas” de Data Cívica.
Veracruz registró 42 de estos incidentes, ubicándose como la cuarta entidad con mayor número de agresiones a nivel nacional.
Se asegura que los estados más inseguros para participar en política electoral son Veracruz, Oaxaca, Puebla, Guerrero y Michoacán.
El dato es el dato…
joluperezcruz@hotmail.com
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