La señora presidenta en su cuarto informe de labores

La jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum convirtió su cuarto informe de labores en un evento de campaña, no podríamos decir que, en un destape, porque ese ya ocurrió hace mucho tiempo y ahora sus expresiones, su andar y sus reuniones son encaminadas a convertirse en la candidata oficial del presidente.

Fue en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México, donde Claudia era aplaudida por sus colaboradores y militancia morenista. Al grito de ¡presidenta, presidenta, presidenta! Claudia sonreía, mandaba abrazos y explicaba la gran responsabilidad decía de ser mujer gobernante.

Es así como aprovechando el momento de informar sobre sus logros y avances, Claudia, una de las favoritas del presidente, recorrerá diferentes regiones del país hablando de sus acciones y la gran responsabilidad de gobernar, así como los grandes retos a los que se enfrenta una mujer en cargos públicos.

“Hemos hecho historia, estamos haciendo historia y los convoco a que juntos y juntas, sigamos haciendo historia”, es decir, palabras más, palabras menos, los convocó a caminar respaldándola con miras a 2024. Sheinbaum se quiso lucir a lo grande por eso eligió el Auditorio Nacional, el inmueble de conciertos más emblemático de la capital, el mismo en el que, el presidente López Obrador festejó en 2021 tres años de su mandato.

En su informe, Claudia evitó cualquier tipo de reflector en favor de sus compañeros y también aspirantes presidenciales, es decir, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, y el secretario de Gobernación, Adán Augusto López. El escenario fue para ella solicita, porque su definición es clara, además de que sus cercanos aseguran, ella ya se asume como presidenta de la República.

Entre los invitados de Claudia, estuvieron gobernadores como Cuauhtémoc Blanco, Alfonso Durazo, Samuel García y Alfredo del Mazo; miembros del Gabinete como la secretaria de Energía y aspirante a Gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle y Rosa Icela Rodríguez, secretaria de seguridad y protección ciudadana, así como senadores, diputados y políticos de la oposición, extrañamente no se dejó ver por acá Cuitláhuac García Jiménez.

La jefa de Gobierno sabe que el mayor temor de Andrés Manuel es la deslealtad por eso se siente segura de convertirse en la candidata presidencial, pues ha anticipado contar con el cariño indisoluble del presidente, además de gozar de toda la confianza, ella se ha calificado como miembro cercano de la familia en el poder. De ahí que sabedora de lo que, el presidente quiere, es que ha decidido emprender su discurso aspiracional, en el combate a la corrupción, por supuesto la austeridad, y la ya tan cantada ruptura con el “viejo régimen”.

Y así Claudia ha sumado a su discurso las propuestas del presidente, como recordarle que ella será la continuidad de su mandato y la defensora férrea de sus ideales, de ahí que en sus discursos y mensajes insista en la necesidad de que las Fuerzas Armadas se mantengan en tareas de seguridad, una de las banderas prioritarios de López Obrador; tema que por cierto está desgastando severamente al aspirante presidencial no institucional, es decir Ricardo Monreal.

Y así mientras los días trascurren Claudia afina acciones para formalizar su candidatura expresándole al mandatario federal lo que ella sabe, él quiere escuchar.