Si se aplica la ley en el estado de Veracruz cerca de 60 exalcaldes que están denunciados penalmente serán los futuros inquilinos de los diversos penales existentes en la entidad, acusados de graves daños patrimoniales, quienes no pudieron comprobar desvíos de recursos públicos. Se trata de ayuntamientos pequeños en la mayoría de estos casos que componen este paquete del 2017 al 2020.
De acuerdo a las cifras presentadas por la auditora general del Orfis, Delia González Cobos, que suman 294 denuncias presentadas llegan a las cifras escalofriantes de un quebranto patrimonial de autoridades estatales y municipales que se suman en este período hasta 35 mil 570 millones de pesos. La historia de corrupción es toda una novela de los que se robaban los gobernadores y presidentes municipales que les permitía vivir mejor que los jeques árabes de naciones inundadas de petróleo.
Han pasados los años y no hay ningún detenido más que don Javier Duarte de Ochoa quien ya pasó cinco navidades en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México. ¿Habrá valido la pena ser gobernador de Veracruz? Pensar que se disputan ese cargo un elevado número de políticos que de antemano se sabe que van a perder la tranquilidad franciscana que actualmente disfrutan. Es el hechizo que ejerce tener el poder.
Causó extrañeza la nueva actitud equilibrada y plural del gobernador Cuitláhuac García así lo comenta en analista político Arturo Reyes Isidoro al referirse el cambio mostrado por el gobernante cuando era patente su simpatía hacia la titular de Energía Rocío Nahle para que sea la sucesora y su rechazo y descalificación al otro aspirante de Morena, el diputado Sergio Gutiérrez Luna, pero al parecer todo cambio y ahora se volvió un equilibrado demócrata quien considera que todos tienen derecho a participar en esta contienda electoral.
Se rumora que recibió instrucciones precisas y no se deja al margen que la propia Claudia Sheinbaum le haya dicho lo que sabe sobre el cambio de pensamiento que impera en el Palacio Nacional.
No se descarta que la propia secretaria Rocío Nahle García haya manifestado que en el presente sus prioridades son otras muy diferentes a la gubernatura veracruzana.
Es de esos libros que son obligados a la lectura, “Guerra en el Paraíso” de Carlos Montemayor, los personajes centrales son el guerrillero Lucio Cabañas, el secretario de gobernación Mario Moya Palencia, el candidato a la gubernatura de Guerrero Rubén Figueroa que fue secuestrado, un buen número de generales divisionarios y el entonces subsecretario de Gobernación Fernando Gutiérrez Barrios.
Fueron épocas donde la guerrilla en México puso en contra de la pared al gobierno federal del entonces presidente Luis Echeverría. Uno de los protagonistas fue el cura de Carlos A. Carrillo el sacerdote católico Carlos Bonilla Machorro que fue el enlace entre el gobierno federal y los guerrilleros que tenían dominado la sierra de Guerrero.
Dentro de esos eventos le tocó vivir al reportero la toma de protesta del candidato del PRI Rubén Figueroa que nunca estuvo presente, dirigente nacional del tricolor era el veracruzano Jesús Reyes Heroles quien realizó el acto ante un retrato del aspirante priista y los militantes gritando ¡Gobernador! ¡Gobernador!
Una historia que ahora se repite.
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