En menos de un mes arrancará oficialmente el proceso electoral local en Veracruz para la renovación de las presidencias municipales. Esta elección se prevé complicada para los actores políticos de la oposición, dado el dominio de la 4T en la historia reciente de la entidad.
En 2016, a pesar de ubicarse en tercer lugar en la contienda por la gubernatura, Morena logró más de 800,000 votos, equivalentes al 26% del total, y obtuvo 8 diputaciones locales por mayoría relativa, además de 5 por representación proporcional. Esta participación marcó la irrupción de esta fuerza política en Veracruz, donde se consolidó de forma vertiginosa.
Un año después, en las elecciones locales de 2017, Morena ganó 17 ayuntamientos, destacando victorias importantes en lugares clave como Coatzacoalcos, Poza Rica e incluso la capital del Estado.
Este avance se reflejó en 2018. En medio de la avalancha electoral que representó la candidatura de López Obrador a la presidencia, Cuitláhuac García, abanderado por Morena, PT y PES, logró un triunfo histórico, ganando la gubernatura con más del 43% de los sufragios totales. La 4T también triunfó en 21 de los 30 distritos en disputa.
El triunfo del oficialismo se repitió en las elecciones intermedias de 2021, cuando Morena y sus aliados ganaron 26 distritos, dejando a la oposición con solo 4 posiciones por mayoría relativa. Ese año, Morena, el Partido Verde y el PT lograron 85 presidencias municipales. Sin embargo, tras esos resultados, el número de posiciones en los ayuntamientos aumentó considerablemente, incorporando al menos dos docenas de nuevos alcaldes que salieron de sus respectivos partidos para aliarse a la 4T en la entidad.
Desdibujada, la oposición veracruzana fue perdiendo espacios. En el proceso más reciente, 2024, la alianza Morena-PT-PVEM no tuvo problemas: Rocío Nahle obtuvo cerca de 2 millones de votos, mientras que la coalición PAN-PRI-PRD apenas alcanzó 1.1 millones.
Además, en esa elección los adversarios de la 4T solo ganaron un distrito local, el de Boca del Río; la alianza oficialista registró 29 triunfos.
Considerando estos antecedentes, sumados a la salida del grupo del ex gobernador Miguel Ángel Yunes, que aún mantiene el control de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río; al evidente desplome del PAN y PRI; y a la falta de dirigencias partidistas competitivas, es fácil anticipar una nueva derrota para la oposición en las próximas elecciones municipales.
Federico Salomón, dirigente estatal de Acción Nacional, señaló: nada está definido respecto a una posible alianza opositora rumbo a 2025; las negociaciones comenzarán en diciembre. Por su parte, Adolfo Ramírez, del PRI, inicia la búsqueda de candidatos a las presidencias municipales, pero un político debe ser muy valiente, o estar muy loco, para buscar una candidatura por el PRI en un proceso que se anticipa como perdido.
@luisromero85
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