Cuando el 11 de octubre de 2019 fue detenido el exsubsecretario de Finanzas y Administración, Bernardo Segura Molina –el único yunista que sigue en prisión, de los cuatro exfuncionarios de la Sefiplan contra los cuales se giraron las primeras órdenes de aprehensión en aquel momento–, el exgobernador Miguel Ángel Yunes difundió de inmediato un comunicado en el que calificó este hecho como una “atrocidad”.
Aquella vez, Yunes Linares dijo que durante los últimos meses había decidido mantener un silencio prudente y no responder a las infamias y mentiras del gobierno en turno, sin embargo “lo sucedido el día de hoy es una atrocidad que me obliga a dar mi opinión en defensa de personas que colaboraron en mi gobierno y lo hicieron con honestidad y eficiencia”.
El exgobernante de la alianza PAN-PRD explicó que un juez penal de Pacho Viejo había concedido orden de aprehensión contra cuatro exservidores públicos de la Sefiplan: “Uno de ellos fue detenido esta mañana mientras dejaba a su hijo en la escuela, como si fuera el peor delincuente. Previamente la Contraloría General del Estado les había impuesto una sanción económica de ¡más de 750 millones de pesos!”, recriminó en alusión al caso del exsubsecretario Segura Molina, quien había sido detenido a las 8:27 horas de ese viernes 11 de octubre en una escuela particular de la zona de las Ánimas en Xalapa, por elementos de la Policía Ministerial que daban seguimiento al expediente 318/2019.
Además del exsubsecretario de Finanzas y Administración también se habían girado órdenes de captura por presunto ejercicio indebido del servicio público y abuso de autoridad en contra de la extitular de la Sefiplan, Clementina Guerrero; del extesorero de la Sefiplan, Adrián Viccón Basto, y del exsubdirector de Operación Financiera, Luis Francisco Virués Hernández.
En reacción, Yunes Linares condenó que se les acusara de no haber entregado la totalidad de recursos enviados por el gobierno federal al Sector Salud pero que fueron ejercidos en seguridad pública.
En aquella ocasión, según trascendió, Yunes habría instruido a uno de sus allegados para que contratara a los mejores abogados de Veracruz y de Xalapa para la defensa legal de estos cuatro excolaboradores, al igual que lo habría hecho también con Jaime Téllez Lacedelli, hijo del exsecretario de Seguridad Pública, Jaime Téllez Marié, quien el 7 de noviembre de 2019 fue detenido por unas horas junto con Joao Jair García Uscanga, debido al proceso penal 378/2019 que se le sigue también a Winckler y al exfiscal Anticorrupción, Marcos Even Torres Zamudio, actualmente prófugo.
Ahora, en cambio, al extitular de la FGE le estaban imponiendo a un defensor de oficio, por lo que Winckler tuvo que recurrir de última hora al exprocurador de Justicia del desaparecido Distrito Federal, Rodolfo Félix Cárdenas, hijo primogénito del mayor Armando Félix, exjefe de ayudantes del exgobernador de Veracruz y exsecretario de Gobernación, Fernando Gutiérrez Barrios, uno de los mejores abogados penalistas de México que colaboró con él en la Fiscalía estatal como asesor externo.
Ayer, en cambio, Yunes fue exhibido en redes sociales con un automóvil de dos millones de pesos en Miami, Florida.
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