Hasta en el último día del mandato presidencial de Andrés Manuel López Obrador, “El Financiero”, con don Enrique Quintana, descargó un misil sin pólvora al expresar su odio y rencor al decir que es una bocanada de oxígeno puro, el fin del gobierno de AMLO.
Las expresiones sin coherencia y de una base lógica a los descalificativos desmesurados y ofensivos a la persona de Andrés Manuel López Obrador, no deben extrañar de donde viene el ataque y que no significa nada constructivo, por el radicalismo de una visión equivocada de un medio que ocupó todo el sexenio una información sesgada, oscura y carente de sentido, como muchos otros que dejaron de informar y se fueron por la salida fácil de la descalificación con falta de ética y de profesionalismo.
En el debate de la objetividad en la comunicación de quienes dicen que no existe, o los claroscuros, y también lo del vaso medio lleno o medio vacío, significa a medios de la “desinformación” como el Financiero, que escriben por las heridas seguramente porque extrañaron el nefasto pasado de los convenios y no ocultaron nunca su dolor.
Se puede no estar de acuerdo con un político, con su forma de gobernar, con la percepción de lucha en contra del modelo neoliberal, pero el periodismo es para informar y analizar lo positivo y lo negativo de un mandato
Los mediáticos que regatearon todo al político durante seis años, con el histórico respaldo popular y el refrendo a la continuidad con 36 millones de votos para la doctora Claudia Sheinbaum, a partir de este primero de octubre como la primera presidenta del país, no es algo al azar, pero no entienden que los medios informan, los políticos gobiernan y la gente es la que con el voto decide el rumbo de toda una nación.
Por cierto, a la masa popular, también la descalifican por haberse liberado de los noventa años opresores de los gobiernos del pasado y de los mediáticos que nunca vieron las matanzas y abusos de poder al preferir describir el mundo de fantasía de Disney.
Cuando siempre fue otra la realidad con Zedillo Salinas, Fox, Calderón y Peña, que viven en el autoexilio por temor a que el destino los alcance. Andale.
En estos lares, el alcalde de Boca del Río, Juan Manuel Unánue, sigue imparable en la realización de la obra pública en una gran ciudad en donde diariamente supervisa los avances de los trabajos de pavimentación y también de domos en las escuelas, por eso visitó la Escuela Primaria Ford 1947. Órale. Así las cosas.
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