Es un comentario que existe en todo el país, que el PAN, el partido opositor al gobierno federal y al estatal de Veracruz, han decidido cambiar y los nuevos legisladores llegarán ‘muy seditas’ ante la mayoría calificada que tiene Morena en el Congreso de la Unión y en la cámara de diputados locales.
Están muy dispuestos a colaborar y olvidarse de las negativas rotundas a todo lo que propusieran los morenistas.
Tienen encima la reforma judicial y aceptan que no les queda de otra más que aprobarla y lo que consideran sobre la designación de ministros, magistrados y jueces se deben de crearse comités integrados por académicos especializados y miembros destacados de la sociedad civil que puedan evaluar a los mejor calificados, los aspirantes deberán ser examinados por audiencias públicas y realizar una competencia por oposición.
Este viraje de 180 grados se dio después de un Consejo Nacional que tendrán que asumir los panistas locales y dejar a un lado los odios partidistas que tanto han afectado al país y la entidad.
Se desconoce cómo lo tomarán los escasos priistas que cada día son menos y de manera especial los aliados al clan yunista que han tomado esta situación política como algo personal.
Los que fueron electos saben que cuando lleguen a las cámaras serán una minoría y no se estima que les lleguen a dar alguna comisión importante, aunada a que tienen el conocimiento como les fue en el pasado proceso electoral donde fueron borrados del mapa político.
Con el arribo de Rocío Nahle, que se olviden de seguir con los gobiernos de la zona conurbada de Veracruz y Boca del Río.
Todas las inclemencias del mal tiempo por la presencia de los huracanes se han concentrado en la ciudad de Xalapa, como si quisiera la naturaleza lavar la triste imagen de una ciudad con tantos problemas urbanísticos.
Por obvias razones las comunidades cercanas al Golfo de México eran las más afectadas y ahora resulta que los daños provocados por estos temporales se radican en la capital del estado. Lugar donde se registran las mayores inundaciones y deslaves que han obligado a los jalapeños a buscar refugio.
Pareciera que por alguna razón muy sui géneris merece un castigo.
El tema preferido del presidente López Obrador es el periodismo que llegó a ser en el pasado el cuarto poder, con una gran influencia en el Poder Ejecutivo Federal al grado de quitar o poner a los presidentes. Llegó a considerarse arriba del Judicial y casi en igualdad al presidencial.
Los tiempos son diferentes y en México el pueblo politizado lo cambió. En otras naciones, los medios impresos siguen teniendo un gran poder como en los Estados Unidos, España, Argentina y Chile donde destacan los impresos más influyentes que los audiovisuales.
En este pasado proceso electoral el poder mediático hizo crisis porque ya la gente no les hizo caso, afirmó el mandatario.
Reconoció la influencia que tuvo el periódico “Regeneración” con un tiraje de diez millones de ejemplares y la tarea titánica de repartirlos y hacerlos llegar a los hogares de los mexicanos.
Hizo un reconocimiento al periodista Gutiérrez Vivo con su programa Monitor que tuvo que exiliarse y recordó los buenos tiempos del Excélsior de Julio Scherer y como se encuentra ahora en la actualidad que pertenece a Olegario Vázquez Raña. Son muebleros no periodistas.
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