Este jueves, en una entrevista exclusiva que concedió a una importante radiodifusora local, el alcalde de Xalapa, Ricardo Ahued, se descartó para la gubernatura y manifestó su apoyo a la secretaria de Energía, Rocío Nahle.
No son pocos sus simpatizantes y aliados, que no militan en Morena, que se dijeron decepcionados por la declinación del exdiputado y senador con licencia.
Ahued había concitado la simpatía y apoyo de empresarios y profesionistas de otras filiaciones políticas que veían en él la mejor opción para impulsar desde la gubernatura el desarrollo social y económico del estado. “Nosotros vamos por el hombre, no por el partido”, expresaban desde que contendió en 2021 por segunda vez por la alcaldía xalapeña. Confiaban en que su buen desempeño como munícipe lo catapultaría al otro Palacio donde despacha Cuitláhuac García. Pero no bastaba sólo con sus buenos resultados, sino también su decidido interés por alcanzar la candidatura.
“Yo no me voy a pelear con nadie por ser candidato”, repetía a quienes en corto le preguntaban sobre sus aspiraciones por gobernar Veracruz a partir de diciembre de 2024.
Esperaba que, en esta ocasión, como todas las veces anteriores en que fue postulado a un cargo de elección popular, el gobernante en turno o los líderes de los partidos fueran a ofrecerle la nominación.
Así pasó en 2004, cuando el alcalde saliente Reynaldo Escobar lo convenció para que contendiera por el PRI y le sumara votos en Xalapa al candidato priista a la gubernatura, Fidel Herrera. Y sí, Ahued arrasó, pero el senador cuenqueño perdió en la capital veracruzana y en el resto del estado, según afirmaría en la sucesión estatal de 2016 el secretario duartista de Gobierno, Gerardo Buganza Salmerón, quien 12 años atrás había contendido como candidato del PAN en contra de Herrera Beltrán.
Después de concluir su primera administración municipal, Ahued fue el caballo de batalla del priismo para ganar las diputaciones federal y local en Xalapa. Terminó distanciándose del partido tricolor por las amenazas que recibió durante el régimen del gobernador Javier Duarte. Y es que como legislador, el empresario oriundo del estado de Hidalgo pero avecindado en Xalapa desde niño, muchas veces se abstuvo o votó en sentido contrario a la consigna ordenada a la bancada tricolor. En 2009, por ejemplo, se manifestó en contra del incremento del Impuesto al Valor Agregado (IVA), que la mayoría priista en el Congreso de la Unión aprobó que subiera de 15 a 16 por ciento.
Por eso, en 2018, un connotado operador político de Andrés Manuel López Obrador lo convenció de que se sumara al proyecto de la Cuarta Transformación y aceptara ser postulado por la alianza de Morena como candidato a senador, en la fórmula encabezada por Rocío Nahle, quien originalmente iba a llevar de compañero a Manuel Huerta Ladrón de Guevara.
La historia ya se conoce. El actual super delegado de la Secretaría del Bienestar fue bajado de la candidatura para dársela a Ahued.
Pero ahora, muy difícilmente, Nahle ni nadie le cedería la nominación a gobernador.
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