Cuando cualquier administración pública o privada actúa con seriedad, responsabilidad y profesionalismo pero además está por concluir el periodo para el cual fue electa, necesita iniciar un proceso adecuado de revisión y reflexión para poner las cosas en orden, dejar las cuentas claras, una relación completa de pendientes, una lista de prioridades no atendidas, información fehaciente sobre adeudos a bancos y proveedores, las cuentas por cobrar, las obras en proceso, así como todos aquéllos datos que necesitarán las nuevas autoridades o funcionarios que los relevarán, para que realicen de mejor manera sus tareas . Esto permite transiciones tersas, ordenadas, transparentes y sin sobresaltos; evitando con ello problemas legales, pérdidas de tiempo, oportunidades y recursos.
En el caso de una empresa, cualquier error u omisión grave lo terminarán pagando los propietarios y en casos extremos también sus colaboradores, clientes y proveedores.
En el caso de una administración pública, los resultados para la ciudadanía serán positivos si las cosas se hacen bien. De lo contrario, la población pagará los platos rotos derivados del desorden, la improvisación, las ocurrencias, las prisas, la falta de transparencia y el saqueo.
Por eso es importante que en la recta final, cualquier administración pública o privada conserve la sensatez y no pretenda cambiar de último momento cosas que han funcionado bien o incluso regular, en aras de resolver a la carrera asuntos que posiblemente solo se enreden y compliquen, cuando pudieron solucionarlos antes mediante estudios adecuados, diálogo intenso y consensos; sin tener las presiones y urgencias de un tiempo que ya se acaba.
Narro lo anterior porque a la actual administración federal se le ha ocurrido al cuarto para las doce modificar diversas leyes. De aprobarse al vapor tales cambios solamente les causarán un grave perjuicio a los gobernados.
La modificación a la Ley de Amparo dejará indefensos a los ciudadanos ante actos de las autoridades. El Amparo es una de las figuras jurídicas más relevantes de nuestras Leyes que le permite a las personas defenderse legalmente de las arbitrariedades cometidas por gobernantes y funcionarios que abusen del poder que temporalmente tienen.
Otra afectación relevante a un sector vulnerable de la población es la apropiación indebida de los recursos existentes en las AFORES, mismos que en el más estricto sentido pertenecen a personas de la tercera edad, que ya no trabajan, no cuentan con elementos para defenderse y en caso de hubiesen fallecido resulta ser ese dinero propiedad de sus legítimos beneficiarios, nombrados en su momento por los titulares de las cuentas.
Otra modificación que pretenden hacerle a nuestras leyes le concedería al Presidente de la República la facultad de otorgar el perdón a quienes han sido juzgados y condenados por la comisión de delitos. De aprobarse esto, cualquier delincuente puede salir libre si el presidente lo autoriza. Esa medida generaría mayor impunidad y pondría en riesgo a la comunidad entera, porque si ya de por sí tenemos un deficiente sistema de impartición de justicia, esta modificación a las leyes lo empeoraría.
Es de preocuparse que las cámaras empresariales, los sindicatos y los diferentes organismos que vertebran a la sociedad civil, mismos que podrían hacer oír su voz para detener estas ocurrencias al parecer, están durmiendo el sueño de los justos.
¿No les parece a Ustedes?
Muchas gracias y buen fin de semana.
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